Pasar a una economía circular

La economía circular se presenta como una fuerte alternativa al sistema económico actual que, para muchos, está en poniendo en peligros los recursos del planeta y la conservación del medioambiente. El consumo frenético, la corta vida de los productos y el impacto medioambiental que caracteriza el modelo económico que estamos desarollando es insostenible. Por lo que es necesario pasar de una economía lineal hacia un modelo circular en el que se trabaje por el aprovechamiento máximo de los recursos utilizados y una mayor preocupación por la naturaleza.

¿Por qué es necesario avanzar hacia un modelo circular?

Actualmente, en el mundo se están consumiendo más recursos de lo que el planeta puede generar. Estamos desarrollando un sistema infinito en un mundo finito, que posee unos recursos determinados para todas las personas. Esta aceleración del consumo en los últimos años está amenazando algunos de los recursos de los que dispone el planeta. Ya existen estimaciones de los años que quedan para agotar todos los recursos de algunos combustibles fósiles, lo que provocará una gran pérdida de capital natural de la Tierra.

Además, no solo se trata de no consumir los recursos del planeta, sino que, además, las actividades que realizamos también contaminan el medioambiente  a través de la emisiones de gases contaminantes, vertidos al mar, etc. Todo esto está provocando graves consecuencias como la destrucción de los diferentes ecosistemas o el cambio climático. Por ello, es necesario establecer un cambio en la forma de entender la economía para garantizar los recursos y la conservación de nuestro planeta.

Claves para desarrollar una economía circular

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para desarrollar un modelo de economía circular es necesaria la colaboración entre todos los agentes de la sociedad como las personas, los gobiernos, empresas, etc. Solo trabajando de forma conjunta es posible conseguir los beneficios que ofrece la economía circular como sistema.

La economía circular busca establecer ciclos biológicos y técnicos que permitan sacar el mayor provecho a los recursos utilizados. Por ello, del modelo lineal basado en el «hacer-usar-tirar» hay que pasar hacia un modelo circular basado en la regla de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar). Esta regla se basa en la reducción del consumo innecesario y la utilización de los mínimos recursos para la producción. Después, hay que fomentar la reutilización para alargar la vida de los productos, luchando así contra la obsolescencia programa. Por último, cuando los productos ya no se puedan utilizar más, reciclarlos para poder volver a utilizarlos.

Pero establecer una economía circular no se trata de acciones aisladas de para el reciclaje de productos, sino que se debe instaurar el modelo circular en todas las fases del sistema producto. Por ejemplo, cuando el diseño de productos debe realizarse ya pensando en la utilidad que pueden llegar a tener cuando se termina su vida útil. De esta forma, los residuos generados por un productos, serán los recursos para crear otros nuevos. Actualmente, muchos productos no se pueden reciclar o tienen un alto coste por la fabricación que tienen, como por ejemplos lo móviles. Poder utilizar recursos de los móviles obsoletos reduciría el consumo de recursos y la llamada basura electrónica que acaba contaminando el medioambiente.

Además, la economía circular en su objetivo de reducir el consumo y la preocupación por el agotamiento de los recursos del planeta, aboga por un sistema de energías renovables y una mayor eficiencia energética. De esta forma se utilizan recursos inagotables y se reduce el impacto al medioambiente. Además, como la producción de energía tiene un coste es necesario desarrollar sistemas que tengan las mínimas necesidades de energía.

Este es el camino para desarrollar una economía circular. Solo así podremos consumir lo mínimo y aprovecharlo al máximo sin dañar el medio que nos rodea.