Seguro que más de una vez has oído hablar de las criptomonedas o criptodivisas. Se trata de monedas virtuales con las que podemos intercambiar bienes y servicios a través de un sistema de transacciones electrónicas, sin la intervención de un intermediario. Su objetivo es el desarrollo de una economía segura, anónima y descentralizada, también más rápida e internacional; y su uso es voluntario: nadie puede imponerla, como pasa con las divisas convencionales. Pues bien, lo último en criptomonedas es el Karatgold Coin.
El oro y el dinero virtual
Históricamente, los pagos se hacían con oro. Las monedas antiguas eran de oro, pero la aparición de los billetes redujo el uso del oro en las transacciones comerciales hasta el punto de que los billetes de hoy en día tienen un porcentaje marginal del oro estatal. Esto hace que el valor de los billetes de cada país esté relacionado con la confianza que hay sobre ese país y su capacidad económica, lo que hace menos seguras las transacciones. Cada vez hay menos confianza en las monedas, en especial en países en vías de desarrollo.
Para hacer frente a este problema, KaratGold Cooperation ha desarrollado el Karatgold Coin, oro criptominado que se puede transferir en tiempo real de forma segura y rentable por todo el mundo. El valor del Karatgold Coin es predecible, ya que el oro es uno de los valores más estables que se conocen, de ahí la posibilidad de que sea aceptado en todo el mundo. El hecho de estar basado en el oro y que pueda intercambiarse en oro físico o por todas las monedas fiduciarias y criptomonedas del mundo es su mejor respaldo.
Precisamente esa relación con el oro es el valor diferencial del Karatgold Coin frente a otras criptomonedas que podemos encontrar. Actualmente, el valor de un KBC -símbolo de esta divisa- es de 1,32 dólares estadounidenses. Trasladado al euro, cada KBC equivale a 1,12€, y su precio está marcado por las fuerzas del mercado, los mecanismos de intercambio de monedas y por el precio mundial del oro, que como hemos visto anteriormente es uno de los valores más estables que encontramos.
Usos de Karatgold Coin
Como cualquier otra criptomoneda, el Karatgold Coin está diseñado para utilizarse como un método de pago electrónico generalmente aceptado, y cada moneda representa cierto peso de oro. A día de hoy, más de medio millón de usuarios de más de 120 países han comprado Karatgold Coin, lo que supone una inversión cercana a los 120 millones de euros. A partir de esta base de clientes se espera que Karatgold Coin consiga una gran capitalización del mercado, algo básico para su éxito.
Encontramos las monedas KBC en las plataformas de intercambio de monedas más destacadas, como Poloniex, Bithumb, Bitfinex o Bittrex, y se puede comercializar vía p2p. Está claro que a medida que aumente el uso de esta criptomoneda, el valor del Karatgold Coin aumentará. El límite técnico de producción está en los 12 millones de criptomonedas, aunque el maximum KBC en venta no pasa de los 7,2 mil millones, lo que nos garantiza que no se saturará el mercado. La compra mínima es de 1.000 monedas.
Los usuarios de esta criptomoneda también están cubiertos antes la inflación o ante el papel que puedan jugar gobiernos y economías vagas, y podrán beneficiarse del incremento del valor que se espera para un futuro no muy lejano. Precisamente este esperado aumento de la demanda, el auge de las criptomonedas y el hecho de estar al margen de inflaciones y decisiones gubernamentales hace que el Karatgold Coin sea un valor muy interesante a la hora de invertir, más cuando la banca tradicional no nos ofrece productos con valor para ello.