Tradicionalmente, tanto a nivel particular como a nivel de empresa, cuando alguien necesitaba financiación recurría a los bancos. La entidad bancaria en cuestión estudiaba la solicitud de crédito concreta y, tras una evaluación exhaustiva, decidía o no conceder la cuantía solicitada, generalmente acordando en caso positivo unas garantías de devolución muy exigentes con el prestatario.
Hace relativamente poco tiempo, los préstamos y las líneas de crédito se concedían de manera mucho más laxa en cuanto a la evaluación de requisitos a cumplir por el solicitante. En efecto, estamos hablando de la época de la burbuja inmobiliaria, cuyos ecos aún resuenan hoy en día en forma de impagos debido al cambio drástico en la economía de muchos hogares y empresas. Por eso hoy en día las exigencias de las entidades bancarias han crecido considerablemente, siendo mucho más difícil obtener la aprobación de un crédito.
Por suerte, con los años ha ido proliferando otro modelo de financiación, el llamado Fintech, al que pertenecen todas aquellas empresas financieras que conceden minicréditos en base a unos requisitos menos exigentes de cara a la aprobación de los mismos, y también con unas condiciones de devolución más flexibles.
Las principales ventajas de solicitar un préstamo personal a una entidad de este tipo son las siguientes:
- Sencillez: el proceso para solicitar un préstamo está automatizado, y por lo general todo se solicita y se aprueba de forma telemática.
- Rapidez: en estas ocasiones de urgencia económica necesitamos el dinero cuanto antes, y estas empresas están especializadas en brindarnos un servicio ágil y rápido para que podamos hacer frente a nuestros gastos de manera casi inmediata, transfiriendo la cantidad solicitada a nuestra cuenta bancaria en un plazo que va desde los 15 minutos siguientes a la aprobación del préstamo a un máximo de 24 horas tras la misma.
- Disponibilidad constante: podemos solicitar el préstamo desde cualquier lugar, a través de nuestro móvil, ordenador o tableta con conexión a internet. Porque los imprevistos no tienen en cuenta dónde nos encontramos.
- Asesoramiento: aunque la mayoría de los trámites sean telemáticos, si lo necesitamos podemos obtener ayuda personalizada a través de la propia plataforma desde donde solicitamos el préstamo o mediante atención telefónica.
Y aunque los minicréditos rápidos no son una opción a la hora de obtener financiación de manera regular, sí se trata de una excelente solución para tener cualquier situación de última hora bajo control.
Por eso en los últimos años su crecimiento ha sido espectacular con respecto a otras vías de financiación, y se prevé que en los próximos años pase a ser una opción con un peso mucho mayor.
