Tipos de economía colaborativa

Cuando hablamos de economía colaborativa encontramos una gran variedad de plataformas que ofrecen bienes y servicios que podemos reutilizar, o compartir con otras personas, con el objetivo de ahorrar costes y fomentar un desarrollo sostenible. La economía colaborativa se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida. Tan solo necesitamos un medio de digital que conecte a las diferentes personas con el objetivo de satisfacer algún objetivo común. Por ello, queremos mostrar cuáles son algunos de los diferentes tipos de economía colaborativa que podemos encontrar en la actualidad.

Formas de economía colaborativa

El desarrollo de la economía colaborativa ha sido tal en los últimos años, que en cada ámbito se ha ido adaptando a sus necesidades, teniendo diferentes características y modelos según para qué se utilice. Por ello, aquí puedes encontrar varias formas en las que se puede ver cómo funciona la economía colaborativa en la actualidad y lo que se puede entender de este concepto.

Finanzas colaborativas

A la hora de solicitar financiación para proyectos, sean empresariales, o no, la economía colaborativa ofrece una serie de posibilidades alternativas a la financiación tradicional. Un ejemplo de ello es el crowdfunding, en el que se pueden presentar iniciativas y proyectos con el objetivo de recolectar la financiación necesaria para sacarlo adelante. Estas aportaciones se realizan por parte de las personas de forma desinteresada o a cambio de algunas recompensas definidas con anterioridad. Esta es una de las alternativas más utilizadas en los últimos años para sacar adelante proyecto culturales como música, cine, etc.

En el ámbito empresarial, también existen modelos de microfinanciación de proyectos que ofrecen rentabilidad para los inversores. Algunos como el crowdlending, por ejemplo, ofrece una pequeña participación en la empresa proporcional a la inversión realizada. O en los que se hacen aportaciones que luego se deben devolver con un porcentaje de intereses añadido.

Consumo colaborativo

La forma de consumir en la actualidad también ha cambiado a causa de la economía colaborativa. El consumo convencional se caracteriza por el poco aprovechamiento de los productos y la no optimización de los recursos. Gracias al consumo colaborativo, podemos encontrar gran cantidad de páginas y plataformas en las que la gente se pone en contacto para compartir viajes de coche, espacios en hogares, vender productos de segunda mano, o realizar trueques e intercambio de bienes y servicios. De esta forma se le puede dar utilidad a bienes y recursos que ya no la tenían.

Libertad de conocimiento

La libertad de conocimiento es uno de los pilares en los que se sostiene la economía colaborativa en el ámbito de la información. Esto se ha multiplicado de forma exponencial en los últimos años con la expansión del mundo digital. Son muchas las personas que difunden y ofrecen al mundo sus conocimientos de forma altruista para que cualquier persona que lo desee pueda tener acceso a ellos.

Todos los programas de código libre, las webs sobre apuntes o las aplicaciones gratuitas que se pueden utilizar sin problemas legales son un ejemplo de cómo entre todos se puede a generar una gran cantidad de conocimientos al alcance de cualquier persona.

Desarrollo colaborativo

En el ámbito de la creación y desarrollo también existen diferentes plataformas en las que se ponen en contacto personas para impulsar proyectos de forma conjunta. En ocasiones, para llevar a cabo un proyecto es necesario contar con un equipo multidisciplinar que permite cumplir con todas necesidades que requiere. Gracias a la tecnología digital, es posible desarrollar iniciativas entre personas de cualquier parte del mundo sin que sea necesario la presencia física.

 

Estos son algunos de los tipos de economía colaborativa que podemos encontrar actualmente. Sin duda, son nuevas formas de entender el consumo y el desarrollo de proyectos en nuestra sociedad, además de que presentan nuevas soluciones a los problemas actuales.