¿Cómo hacer un plan de ahorro para un fondo de emergencia?
Que la vida nos dé sustos de vez en cuando es habitual; pero que estemos precavidos por si esto pasa también puede ser un buen avance no solo para nosotros mismos, sino para nuestra economía o de la quien queramos salvar. Los fondos de emergencia son pequeñas reservas que una persona o empresa realiza con el objetivo de que si en un futuro surge algún previsto, esta pueda salvarse gracias a lo guardado. A continuación vamos a hablarte de los beneficios de tener un fondo de emergencia y de los pasos que debes seguir para hacer uno.
Beneficios de contar con un fondo de emergencia
Como ya te hemos comentado en la definición anterior, los fondos de emergencia sirven para salvar a las personas cuando más lo necesitan. Obviamente, para que esto suceda, la persona habrá tenido que aportar el dinero suficiente para hacer frente a los gastos imprevistos que puedan surgirle. Estos gastos imprevistos pueden ser varios: enfermedades, bajas, despidos, se rompe un electrodoméstico, un coche averiado, un fallecimiento y cualquier razón en la que el dinero nos pueda salvar.
Es por eso que, a continuación te nombraremos los principales motivos por los que contar con un fondo de emergencia:
- Para salvarte de imprevistos. Lo que hemos hablado: los problemas vienen cuando vienen y es necesario estar precavidos.
- Salvarte de imprevistos que no pensabas tener. Vale, puede que hayas pensado en que averiarse tu coche recién comprado es difícil. No obstante, la duda no puede comernos y dejar que el futuro adivine lo que puede pasar. Así no se puede llegar a buen puerto, por lo que mejor prevenir antes que curar.
- No tener que pedir ayuda externa. Lo habitual cuando tenemos un imprevisto financiero es pedir ayuda económica: a un familiar, a un amigo o a un banco o entidad que nos lo pueda ceder. Si creamos un fondo de emergencia, podremos ayudarnos en parte a tener que solicitar a nadie la cantidad económica que necesitamos y, en caso de los bancos, ahorrarnos los intereses.
- No tocar otros fondos que tengamos. Si lo que no queremos perder es el dinero que tengamos ahorrado para otros fines, tendremos que tener un fondo de emergencia. Un plan de pensiones, un ahorro a largo plazo o cualquier otro plan que tengamos podemos dejarlo intactos si usamos este plan.
Pasos para crear un fondo de emergencia
Si lo que quieres hacer es tener un fondo de emergencia, te vamos a dar las claves para empezar a armar uno:
- Analizamos nuestra situación inicial. Debemos empezar por ver cuáles son nuestros ingresos, gastos y ahorros que tenemos en el momento actual. ¿Podemos afrontar tener un fondo de inversión o nos conllevará mucho esfuerzo?
- Analizamos nuestros ingresos. Seguidamente, es hora de analizar cuáles son los ingresos que tenemos: si son pasivos, activos, si son constantes, si son variables, si son fijos, etc. Dependiendo de como sean nuestros ingresos, podremos definirnos una meta u objetivo y ver si somos capaces de cumplirla.
- Reducimos nuestros gastos y abolimos los innecesarios. Intentaremos, por todos los medios, quitarnos de encima los gastos que no nos aportan nada y nos quedaremos con aquellos que son justificables tenerlos (luz, agua, gas, etc).
- Justificamos una meta. Llegados a este punto: ¿cuánto queremos ahorrar, en qué tiempo, por qué motivo y cómo lo vamos a hacer?
- Destinamos parte del dinero al ahorro. Recuerda ser objetivo y honesto con lo que vayamos a proponernos destinar: ¿somos capaces de aportar eso y seremos constantes?
- Anotamos todas las transacciones. Muy importante este paso. Tendremos que ir llevando una contabilidad de las transacciones que vamos haciendo para justificar los aportes que hacemos al fondo de emergencia y justificar, si se diera el caso, el motivo por el que no hemos podido llegar.
- Evaluamos los procesos de ingresos. Iteramos este proceso mes a mes o lo evaluaremos semanalmente. El objetivo es ver en qué podemos mejorar y qué potencial tiene nuestro fondo de emergencia para subsanar las contingencias que nos puedan surgir.