Debido a la crisis financiera son muchos los inversores que se plantean una inversión alternativa para estos periodos de recesión económica ya que las Bolsas internacionales se encuentran instaladas en una gran incertidumbre. Una alternativa a la inversión tradicional es la inversión en oro, una interesante opción para quienes deseen obtener rentabilidad de sus ahorros ya que proporciona una alta liquidez y permite comprar y vender sin esperas ni penalizaciones.

Pero para realizar una inversión en oro se debe tener en cuenta que, aunque el oro es un valor refugio y proporciona seguridad, no aporta dividendos e implica costes adicionales por su mantenimiento y seguridad.Esto se debe a que tiene un mantenimiento complejo porque puede ser robado y depositarlo en las cajas fuertes que supone un coste adicional y esto encarece la inversión realizada. Otro aspecto que puede retraer al pequeño y mediano inversor es el desconocimiento acerca de este mercado financiero, desde cómo contratarlo, a los productos que ofrece el mercado y los pilares en que se basa la evolución de su mercado.

Uno de los mayores ventajas de la compra de oro para los inversores es que está exenta de IVA, esto quiere decir que frente a otros bienes, el oro carece de recargo por este concepto. Pero, además, el inversor se puede beneficiar también del hecho de que el aumento de la oferta monetaria hace que el papel dinero pierda valor de manera progresiva, algo que no sucede con este metal precioso, ya que no se devalúa.

¿Cómo invertir en oro?

El oro puede comprarse en forma de lingotes o en títulos de acciones de empresas mineras. También se puede adquirir a través de los certificados de depósitos, los futuros de oro o los fondos de inversión.

  • Certificados de depósito: constituyen una de las formas más sencillas para adquirir oro físico en el mercado, ya que el comprador de este tipo de certificados es propietario del oro, aunque no lo tenga en su casa ni en ninguna entidad financiera.

Con los certificados de depósito se consigue abaratar los costes de transporte y mantenimiento que tienen este tipo de operaciones y reducir los riesgos de robo. Estas operaciones están limitadas y no pueden realizarse a través de cualquier entidad financiera, sino que se instrumentalizan por medio de bancos de inversión especializados en este tipo de operaciones.

  • Futuros sobre el oro: una de las particularidades de esta operación es que el diferencial entre compra y venta es mínimo. Tiene algunas ventajas, como ser un producto asimilable por el pequeño y mediano inversor, pero al igual que sucede con otros activos financieros más tradicionales, hay que estar pendiente de las fechas de vencimiento, cotizaciones…
  • Fondos de inversión: Son fondos que invierten en acciones de compañías mineras. No obstante, es una opción más arriesgada que la basada en empresas que cotizan en el Ibex-35 o en el Dow Jones, por ejemplo.

Su futura rentabilidad depende del momento para entrar en estos fondos y también en su salida, como en la renta variable tradicional. Puede ser una opción para épocas de crisis, en especial en los periodos alcistas, cuando la rentabilidad de los fondos de oro es mayor que la de otros.