No todos los bienes que se comercializan en el mercado tienen la misma importancia o presentan las mismas características entre ellos. Hoy te vamos a hablar de uno de ese tipo de bienes: el bien inferior.
Cuando hablamos de bien inferior hacemos referencia a los bienes que, al aumentar la renta de las personas, la demanda de estos disminuye. Esto sucede por la simple regla de que los consumidores, al tener más poder adquisitivo pueden prescindir de comprar este tipo de bienes, por lo que su demanda baja.
Por eso mismo se suele decir que los bienes inferiores son capaces de satisfacer las necesidades humanas aunque las personas presenten unos ingresos mínimos. Por eso mismo, el número de bienes que podemos encontrar catalogados como bienes inferiores son bienes que satisfacen necesidades pero a un nivel inferior o, socialmente, menos aceptable.
Los bienes inferiores pueden ser ropa usada o comprada de segunda mano, comida rápida o de bajo coste, cualquier producto que haya sido usado o no presenta una buena calidad.
En definitiva, son bienes que se reduce su consumo a causa de un aumento en el ingreso del consumidor. Al usuario se le incrementan los ingresos y opta por escoger otras ofertas de mejor valor o calidad, antes que este tipo de bienes.
Gráficamente, los bienes inferiores representan el efecto del ingreso negativo, cuya curva de demanda en función del precio será creciente. Sin embargo, hay que tener en consideración que si dicho valor negativo del efecto ingreso llega a superar el valor del efecto sustitución, la curva se tornará de otra forma, originando lo que se conoce como bien Giffen. Este tipo de bienes son catalogados como un bien muy inferior (sería como una subcategoría de bien inferior).