El Estado de Bienestar es un conjunto de acciones que realiza el Estado intentando buscar el bienestar general de la población.

Para que el Estado del Bienestar funcione es necesario que el Estado intervenga en la economía y en la sociedad, distribuyendo la riqueza para mejorar las condiciones socioeconómicas y sanitarias de la población. En este sentido, se trata de unas acciones que tratan de beneficiar al ciudadano y acabar con la desigualdad económica-social del país.

Pilares del Estado de Bienestar e implementación

Para que el Estado de Bienestar funcione es necesario que el Estado implante un sistema tributario que beneficie la recogida de impuestos y tasas capaces de financiar los proyectos y políticas públicas.

No obstante, esto puede generar controversia, ya que muchas personas pueden verse resignadas a tener que dar más tributos a favor del aumento de la calidad del Estado de Bienestar.

Los pilares fundamentales en los que se basa el Estado de Bienestar son la salud y la educación. Estas pretenden ser accesibles y gratuitas para todo aquel ciudadano de un determinado país, sin ningún coste adicional. Obviamente esto no es posible, ya que supone mucho gasto para el Estado para todo tipo de actuaciones (enfermedades, curas, etc), aunque sí en la medida de lo posible.

También se intentan ofrecer prestaciones y ayudas con tal de beneficiar al ciudadano a ejercer su vida diaria: para la educación, para la jubilación, invalidez, orfandad, empleo, etc. O incluso para poder subsistir, ayudas a la vivienda, juventud, ayudas familiares y subvención por actividad económica.

Como decimos, todas las medidas deben ser pensadas teniendo en cuenta de a quién va dirigidas. Hablamos de la población en general y beneficiarios de las ayudas, subvenciones o gratuidad de la enseñanza y salud.