Una indemnización es una compensación económica que se recibe por haberse percibido algún daño a perjuicio, como por ejemplo, un despido improcedente o un accidente. No obstante, es bien diferente el concepto entre el daño producido y lo que se recibe por haberse sufrido dicho daño. Este último sería la indemnización.
La cantidad de la indemnización debe ser investigada y emitida a través de la justicia sujeta a leyes del país donde sucede. No obstante, también existen las llamadas indemnizaciones automáticas o habituales que son las que ya predisponen de una forma de calcularse debido a su habitualidad.
¿Qué tipo de indemnizaciones podemos encontrarnos?
Dependiendo del país que nos encontremos, los tipos de indemnizaciones pueden variar. No obstante, por lo general, encontramos los siguientes:
- Por finalización de contrato temporal. Se trata de una especie de finiquito pero especificada para cuando el tipo de contrato es temporal. En el momento en que finaliza el contrato, el trabajador puede solicitar una indemnización a causa de la extinción del contrato laboral.
- Indemnización por fallecimiento. Cantidad que percibe la familia de un trabajador en caso que este fallezca mientras trabaje.
- Indemnización por cambios de situación laboral. Especialmente indicado para cuando el trabajador cambia de lugar de trabajo, zona u horario.
- Indemnización por despido justificado. Se dan por motivos disciplinarios: ineptitud, falta de adaptación o inasistencia.
- Indemnización por incumplimiento. Se cobra cuando la empresa no cumple con lo que dictaminó en el contrato laboral.
- Indemnización por falta de solvencia. Si la sociedad tiene falta de solvencia y se va a disolver (desaparecer), se puede reclamar indemnizar a los trabajadores.
- Indemnización de fuerza mayor por despido. Sucede cuando se cobra una cantidad debido a que una fuerza mayor ha provocado el despido de trabajadores. Previamente, es necesario que se haya constatado ante la autoridad laboral la existencia del despido.