La definición de sobregiro hace referencia a la situación que ocurre cuando un particular o empresa no dispone del suficiente fondo en su cuenta para cubrir una transacción y el banco la abona de todos modos. Puede incurrir un sobregiro con cheques, compras con tarjetas de débito, pagos automáticos de facturas, operaciones de cajero automático o retiros electrónicos.
¿En qué consiste un sobregiro?
El concepto de sobregiro tiene en cuenta los pagos que realiza la entidad financiera que exceden el saldo de la cuenta del titular. Cuando una compañía abre una cuenta corriente con un valor concreto tiene la posibilidad de girar cheques por un valor igual o inferior al que tiene en su saldo, pero en ciertos casos el banco permite girar cheques por un valor superior al saldo de la cuenta y es ahí cuando tiene lugar el sobregiro bancario.
Por ejemplo, se abre una cuenta con 1.000 euros. Entendemos que no es posible girar cheques superiores a esta cifra, pero si el banco lo autoriza se podrían girar por ejemplo cheques por valor de 1.200 euros, en donde el sobregiro sería de 200 euros.
Por lo tanto, lo que en principio era un activo acaba convirtiéndose en un pasivo. El sobregiro se refiere al cupo de crédito que la entidad financiera aprueba al titular, y en caso de ser usado se transforma en un pasivo.
¿Cómo funciona un sobregiro?
Con el sobregiro, lo que se consigue en realidad, es que el banco facilite un crédito, aunque sea únicamente de unos días para cubrir el descubierto que hay. Esta situación implica un gasto bastante elevado en relación con el importe y la duración de la deuda.
La entidad bancaria recibirá comisiones por una serie de conceptos, como por ejemplo de pasar de saldo positivo a negativo y al margen del tiempo que dure el descubierto, un interés anual como en cualquier crédito y una comisión mínima al margen de la cuantía de la deuda.