Qué es el SAREB

¿Qué es y cómo funciona un banco malo? Todo sobre el SAREB

El banco malo es una entidad financiera que se crea con el objetivo de adquirir todos los activos tóxicos de los bancos. Es una medida para limpiar los activos deteriorados de los bancos y así sanear su economía. A diferencia de las entidades financieras normales, el banco malo tiene recursos suficientes para destruir estos activos que lastran la rentabilidad, y por ello, se emplea en situaciones de crisis financieras como ocurrió en 2008.

En 2012 se creó en España el SAREB, Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria, para ayudar al saneamiento del sector financiero. El principal factor que perjudicó a la banca española durante la crisis financiera fue la compra de activos tóxicos procedente del sector inmobiliario.

¿Qué es un activo tóxico?

Para entender mejor el funcionamiento del banco malo y, en concreto del SAREB, vamos a explicar qué son los activos tóxicos y cómo perjudicaron al sistema bancario.

Los activos tóxicos son de baja calidad, tienen de hecho una calificación de mala o suprime. Esto quiere decir que tienen un alto riesgo de no recuperar su valor. Se originan cuando el cliente no tiene la capacidad de devolver el crédito que se le ha concedido.

Las entidades financieras estudian detenidamente al cliente antes de concederle un crédito, así se aseguran que podrá asumir la deuda y devolverla en el plazo acordado. Cuando las políticas de concesión son demasiado amplias y se conceden hipotecas a clientes insolventes se producen los activos tóxicos. Es habitual que los bancos tengan un porcentaje de activos tóxicos, pero cuando este se eleva es cuando la entidad financiera pierde la capacidad de hacer líquido el activo y pone en riesgo su situación patrimonial.

Cómo funciona el banco malo

El banco malo se encarga de comprar los activos problemáticos que tienen las entidades financieras. Todos aquellos activos impagados o en situación de morosidad merman la rentabilidad de la entidad bancaria y por eso es el banco malo el encargado de asumirlo. Los principales activos que se traspasan al banco malo son inmuebles (hipotecas) y suelo adjudicado.

El precio de los activos que adquiere el banco malo están fijados por el Banco Nacional de cada país, se fija de manera individual o por paquetes en función del tamaño del mismo. Se toma como referencia el precio real del mercado y se aplican una serie de descuentos.

Una vez adquiere los activos tóxicos el banco malo tiene un plazo de años fijo para venderlos y deshacerse de ellos. Puede fijar los precios por encima del precio de adquisición si el mercado se va recuperando y así puede hacerse.

Existen múltiples países que han optado por la creación de un banco malo para sanear el sistema financiero, en Irlanda está el NAMA, en Estados Unidos se creó el Troubled Asset Relief Program y en México el Fobaproa.

Gestión del SAREB

El banco malo de España es el SAREB, se denomina banco pero en realidad no lo es, ya que no tiene ficha bancaria y no realiza operaciones financieras como conceder créditos, es una sociedad de gestión de activos.  Se fundó en 2012 y adquirió los activos tóxicos de las principales entidades financieras españolas: BFA-Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia Banco y Banco de Valencia. Prácticamente todas las cajas de ahorros que desaparecieron fueron saneadas previamente con las compra de activos tóxicos por parte del SAREB.

La cartera de activos comprados procede un 80% de préstamos a promotoras de construcción y un 20% de inmuebles (viviendas, oficinas, locales, suelos…). En total se invirtió 80.781 millones de euros en comprar activos dañados. Estos activos no proceden de hipotecas personales, sino que se adquirieron de créditos a empresas por valor superior a 250.000€ y activos inmobiliarios por encima de los 100.000€.

El SAREB es una entidad con el 55% capital privado y el 45% procedente del FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria que se creó con el objetivo de regular la reestructuración bancaria que se produjo en 2010. El precio de adquisición de los activos está marcado por el Banco de España y se aplica una serie de descuentos.

Los objetivos que se marcó el SAREB fueron contribuir en el saneamiento del sistema financiero español, reactivar el mercado inmobiliario y atraer inversión extranjera. Todo ello en un periodo de 15 años y teniendo la libertad de vender los activos en el momento que haya mayor margen de beneficio, y así devolver la deuda avalada por el Estado español.

Actualmente el SAREB a contribuido a la economía de España de la siguiente manera:

  • Cancelación deuda: 12.876 millones de euros.
  • Pago de intereses de la deuda: 4.193 millones de euros.
  • Contribución económica directa, indirecta e inducida: 5.392 millones de euros.
  • Impuestos: 787 millones de euros.