Avalar un préstamo puede ser un gran riesgo si es que no conocemos lo que esto significa. Por ello, antes de asumir el papel de un avalista, es conveniente que sigamos algunas recomendaciones.

Consejos que debes seguir para ser avalista

Los avales son garantía de pago que se ofrecen a las entidades bancarios, por lo que si el titular del préstamo no puedes devolución del importe adeudo, será el avalista el que deberá responder por él para hacer frente a la deuda. Es imprescindible tener esto clara para avalar un préstamo. Sabiendo estos, sigue estas recomendaciones para decidir si puedes o debes ser avalista de un préstamo.

El primer paso antes de avalar un préstamo es conocer muy bien a quién se avala. Debemos tener un registro detallado de su solvencia económica, para ver si esa persona realmente puede cumplir con su obligación. No bastan las palabras y promesas del titular del préstamo. Es necesario saber cuáles son todas sus condiciones económicas antes de tomar la decisión de ser avalista.

Si ya sabes cuál es el estado económico del préstatario, es importante también conocer los riesgos que asumimos como avalistas, ya que estos muchas veces pueden romper una relación personal, en el caso de que el avalado no pueda pagar su deuda. Conoce todos lo requisitos que debes cumplir para ser avalista e infórmate de todas las claves sobre los avalistas para no tener sorpresas en el futuro.

Finalmente, debemos hacer un estudio de nuestras finanzas personales para ver si realmente contamos con el dinero suficiente como para hacer frente a la deuda en el caso que el avalado deje de pagarla. Solo así es posible obtener la certeza de que nuestro patrimonio personal no será afectado. En ocasiones queremos avalar un préstamo para ayudar a alguien de nuestro alrededor. Sin embargo, esto no puede hacer que tomemos una decisión que ponga en serio riesgo nuestra propia economía personal, ya que en el caso de que el prestatario no pueda devolver el préstamo puede provocar que se ponga en apuros económicas a las dos partes.

Ahora que ya sabes las recomendaciones para avalar un préstamo, solo te queda valorar y tomar la decisión más conveniente.