¿Qué son las tarjetas de débito?

Las tarjetas de débito son un instrumento financiero emitido por un Banco o Caja de Ahorros que permite al cliente acceder únicamente al saldo que dispone en su cuenta corriente asociada a la tarjeta. El pago en una tarjeta de débito conlleva de manera directa un cargo en dicha cuenta de la que es titular. La tarjeta de débito es también conocida como el dinero electrónico o el dinero de plástico.

Para solicitar una tarjeta de débito es necesario tener una cuenta de ahorros o cuenta corriente, muchas entidades la emiten de manera gratuita pero, en algunas de ellas, hay que pagar una tarifa anual que suele oscilar entre los 6 y los 12 euros a año. Normalmente se puede solicitar a partir de los 14 años. También se suelen pagar comisiones si llevan otras opciones asociadas.

Tipos de tarjetas de débito

Existen diferentes tipos de tarjetas de débito que se pueden agrupar en tres categorías:

  • Tarjetas de débito para jóvenes: Este tipo de tarjetas tienen ventajas asociadas a la edad de sus titulares o estatus estudiantil, entre otros factores. La estrategia de la banca al ofrecer este servicio es captar a futuros clientes y fomentar en ahorro en los jóvenes. Estas tarjetas se adaptan a la edad del titular, existen des de tarjetas para niños recién nacidos, hasta el conocido Carne joven «Euro -26» y el «Euro +26», que incluyen descuentos en alojamientos, transportes, actividades culturales o cursos, entre otros.
  • Tarjetas de débito para adultos: estas están asociadas a una cuenta corriente y no se paga comisión si se saca dinero de los cajeros vinculados con el banco o caja emisor de la tarjeta. Las comisiones que se pagan en las tarjetas de débito suelen menores que las que se pagan en las tarjetas de débito.
  • Tarjetas prepago: estas suelen funcionar como las tarjetas de débito, no es necesario tener una cuenta asociada a ellas. En este caso el titular carga una cantidad de dinero para poder realizar operaciones hasta consumir ese importe. Un tipo de las tarjetas prepago son las virtuales, es decir, las que sirven únicamente para el pago a través de Internet.

El límite de estas tarjetas suele ser la cantidad económica de la que se dispone en la cuenta asociada, no obstante, las entidades suelen fijar un límite diario por motivos de seguridad.

También se debe tener en cuenta que muchas entidades suelen ofrecer un importe superior al que se tiene en la cuenta, cabe saber que si se hace uso de este margen se debe pagar una comisión adicional por descubierto.

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