Una guía para elegir CFD
Especular sobre el precio de activos financieros es una tarea que puede parecer simple, pero en realidad no lo es. De hecho, es un tema complicado y que implica importantes riesgos a tener en cuenta.
¿Qué son los CFD?
Los CFDS son derivados financieros que ofrecen a los inversores una manera de especular sobre el precio de un activo sin tener propiedad directa sobre él.
Esta clase de instrumento financiero puede resultar flexible y es un contrato capaz de aplicarse a una amplia gama de activos, como son los índices, materias primas, acciones, bonos y divisas.
¿Cómo funcionan?
Estos instrumentos de inversión son un acuerdo, también conocidos como contratos, entre dos partes, el bróker y el operador (trader). Se lleva a cabo para intercambiar la diferencia entre el valor presente de un activo al inicio del contrato y su precio al final del mismo.
Ahora bien, un punto importante a tener en cuenta es que cualquier operador de CFD no va a ser el dueño de un activo subyacente. Más bien, va a recibir un determinado rendimiento (o tener pérdidas) de acuerdo a la diferencia entre el precio de ese elemento.
Cuando se opera con esta clase de instrumentos, los inversores tienen que elegir una posición. Entonces, si los valores de los activos fluctúan en tiempo real, también lo hará su diferencia respecto al precio inicial. Finalmente, será el rendimiento o la pérdida obtenida.
Hay que tener en cuenta que las posiciones en corto o bajistas conllevan riesgos específicos, por lo que el trader deberá estudiarlo en profundidad. Y en todos los casos, ya sea con una posición alcista o bajista, hay que tener en cuenta los riesgos añadidos del apalancamiento, del que hablaremos en los siguientes párrafos.
Principales riesgos a tener en cuenta para elegir CFD
Ciertamente, invertir en cualquier activo tiene ciertos riesgos que se deben considerar. Al respecto, La Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA), así como otras, advierten acerca de los peligros reales de los CFD, razón por la cual no se recomienda para los operadores inexpertos.
Entre los riesgos principales de operar con este tipo de instrumento financiero se encuentran los tres siguientes:
Requiere monitorización constante
Los contratos por diferencia no son adecuados para los operadores que prefieren “comprar y mantener” su operación en el tiempo sin hacer nada más. Al respecto, requieren de una monitorización constante que va a depender del tipo de activo elegido.
Apalancamiento
Puede que algunas plataformas de trading de CFD permitan operar sin apalancamiento, pero, en general, cuando se opera a través de estas plataformas, todas las operaciones son apalancadas. Por tanto, permiten ampliar la capacidad de inversión a través de la deuda. Sin embargo, representan un gran riesgo. Cuanto mayor sea el apalancamiento usado, también lo serán las pérdidas si las fluctuaciones de precio van en contra de la posición acordada. De hecho, las pérdidas podrían superar la inversión del trader.
Riesgo de ejecución
Cuando se opera con contratos por diferencia existe cierto riesgo de ejecución, es decir, de que la operación no se lleve a cabo de manera inmediata.
Investigación
Operar con CFD requiere de un conocimiento profundo acerca del mercado en el que se desea participar. Esto también es importante para gestionar el riesgo asociado con las inversiones, de lo contrario, la falta de una buena investigación puede resultar en pérdidas fatales o errores innecesarios. Por eso, es fundamental estudiar los siguientes aspectos:
- Informes de ganancias: Es crucial mantenerse al tanto de las ganancias trimestrales y anuales de las empresas en las que se quiere invertir.
- Tendencias emergentes: Se debe investigar acerca de los nuevos avances tecnológicos e innovaciones aplicadas en el sector y ver si la empresa los incorpora o piensa hacerlo.
- Método de análisis: Es clave realizar un análisis técnico y fundamental para navegar por los mercados en los que se desea participar. De allí, se puede elegir una o varias opciones.
- Calendarios financieros: Es importante estar al tanto de los eventos económicos que puedan ocurrir a futuro con probabilidades de afectar al CFD. Al respecto, es posible analizar informes de empleo, publicaciones del PIB, etc.
Diversificación
Dependiendo del tipo de inversión es posible elegir entre diversificar o no la cartera. En cualquier caso, se trata de buscar activos no correlacionados que permitan reducir los riesgos sobre las fluctuaciones de su precio a la baja. De esa manera, se puede disminuir la exposición y dependencia hacia una clase de activos específicos.
Cuenta de práctica
Algo importante que se puede tener en cuenta es aprovechar las cuentas de demostración o práctica que ofrecen algunos brókeres, con el objetivo de practicar en un entorno libre de riesgos. Por supuesto, esto sería solo un complemento a los demás aspectos que se deben tener en cuenta antes de invertir en un CFD. Para concluir, es importante recordar que este tipo de inversiones no es apta para principiantes.