Depósito a plazo fijo. Todo lo que debe saber

Depósitos a plazo fijo

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Los depósitos a plazo fijo son una opción financiera popular en España para quienes buscan una inversión segura y con rentabilidad garantizada. En un contexto donde la incertidumbre económica está a la orden del día, estos productos destacan por ofrecer estabilidad, lo que permite a los ahorradores asegurar sus fondos durante un tiempo específico, con la certeza de recibir intereses previamente acordados. Los depósitos a plazo fijo se han consolidado como una alternativa fiable para proteger el capital y obtener un rendimiento fijo sin asumir grandes riesgos.

¿Qué son los depósitos?

La seguridad y la rentabilidad, son dos conceptos que, cuando están juntos, suelen ser del agrado de la mayoría de las personas. Eso sucede con los depósitos, los cuales son un tipo de producto financiero, que dan lugar al ingreso de dinero a una entidad bancaria. Las prestaciones y resultados, van a depender del tipo de depósito que realicemos, por lo que nos encontraremos con características y rendimientos distintos, dependiendo de cada necesidad.

En estos productos, las entidades bancarias, ofrecen intereses a cambio de mantener el dinero en la cuenta durante un determinado periodo de tiempo, por lo que podemos entender a los depósitos, tanto como método de ahorro, como de inversión personal, dependiendo de las condiciones que ofrezca cada banco.

¿Y los depósitos a plazo fijo?

En el caso de los depósitos a plazo fijo, se trata de una modalidad de este tipo de productos en la cual, el cliente, confía su dinero al banco, durante un periodo de tiempo determinado y a cambio de un interés determinado y que, además, es fijo.

Durante este plazo, el dinero no puede ser retirado sin penalizaciones, y al finalizar el periodo, el cliente recibe el capital invertido junto con los intereses acordados. Son una opción segura y predecible para aquellos que buscan una rentabilidad garantizada sin exponerse a riesgos de mercado.

Características

Las características de los depósitos a plazo fijo los convierten en una herramienta atractiva para quienes buscan un equilibrio entre seguridad y rentabilidad en sus ahorros.

  • Los depósitos a plazo fijo tiene una fecha de vencimiento: dicha fecha marca el día máximo en que el dinero permanecerá en depósito. Pasada esa fecha, el usuario podrá retirar el dinero más los intereses que generaron (a no ser que los intereses se hayan ido cobrando en otros plazos).
  • Poseen penalizaciones: en caso de que se desee disponer del dinero antes de la fecha prevista, se podrá hacer, pero teniendo en cuenta cierta penalización o comisión por cancelación anticipada. De cualquier manera, esto debe ser previamente detallado en el contrato.
  • Tenemos la certeza del producto y de su rentabilidad: estos depósitos están respaldados por la entidad bancaria, la cual avala la seguridad de que el producto nos reportará los intereses que hayamos pactado y fijado en el contrato. Todo esto lo podrá determinar y pactar el usuario.
  • La rentabilidad es fija: el valor de los intereses, es acordado al inicio del contrato, por lo que es posible conocer de antemano la ganancia que se percibirá al finalizar el plazo.
  • No depende del mercado: el capital dispuesto al depósito, no variará con las fluctuaciones del mercado, lo que se traduce en una reducción del riesgo de perdida
  • Plazo determinado: el dinero debe permanecer depositado durante el periodo acordado, que puede variar desde unos meses hasta varios años.
Depósitos a plazo fijo
Imagen: Onchira Wongsiri || Shutterstock

Tipos de depósitos a plazo fijo

Los depósitos a plazo fijo ofrecen diversas modalidades que permiten a los ahorradores adaptar su inversión a sus necesidades y expectativas financieras.

  • Depósitos tradicionales: estos son los más comunes y se trata de un tipo de depósito en el que el dinero se mantiene inmovilizado durante el plazo de tiempo completo y, el capital, se recibe, sumado a los intereses, al final.
  • Depósitos con liquidación anticipada de intereses: en estos, los intereses se abonan periódicamente antes del vencimiento, lo que permite al cliente disponer de los beneficios antes del final del plazo.
  • Depósitos escalonados: ofrecen diferentes tasas de interés en función de los tramos de tiempo. Por ejemplo, los primeros meses pueden tener una tasa más alta, que se reduce progresivamente.
  • Depósitos combinados: parte del dinero se invierte en un depósito a plazo fijo, mientras que otra parte se destina a productos más arriesgados como fondos de inversión, combinando seguridad y posibilidad de mayores rendimientos.

Comisiones de los depósitos a plazo fijo

Si queremos tener en cuenta las comisiones de estos depósitos, es importante destacar primero, que no suelen estar sujetos a comisiones derivadas del mantenimiento. Sin embargo, es posible encontrarse con otros tipos de comisiones o gastos asociados.

Es fundamental leer detenidamente el contrato y conocer cada condición del mismo, ya que, de esta manera, podremos conocer cada aspecto del mismo y no llevarnos sorpresas luego.

Algunas entidades, puede que apliquen comisiones a la cancelación anticipada, o referidas a transferencias internaciones de los intereses generados. También, es posible encontrarse con otros tipos de gastos, como los asociados a la gestión del producto, aunque estos son más normales, cuando hablamos de los depósitos combinados o de aquellos que incluyen opciones de inversión más complejas.

Pasos para la obtención de un depósito a plazo fijo

  • Investiga: conoce y compara las distintas opciones disponibles en el mercado. Para esto, ten en cuenta los distintos bancos, tasas de interés, plazos y condiciones. Este estudio previo te aportará una perspectiva más completa de las distintas posibilidades
  • Abre una cuenta: para poder contratar un depósito a plazo fijo, deberás tener antes una cuenta bancaria en la entidad a que le quieras solicitar el depósito, por ende, el siguiente paso será ponerte en contacto con el banco y abrir ya tu nueva cuenta con ellos.
  • Realiza una solicitud: debes solicitar el depósito que deseas. Esto puedes hacer de manera online, por teléfono o acercándote a una sucursal del banco.
  • Formalización del contrato: es mejor que leas detenidamente todos los términos y condiciones antes de firmar el contrato. Asegúrate de entender las posibles penalizaciones y la política de cancelación anticipada. En este punto, es muy positivo el asesoramiento profesional, para poder evitar errores.
  • Transfiere los fondos: llegado este punto, debes transferir el dinero a la cuenta de depósito. A partir de aquí, comienza a contar el plazo acordado

¿Qué requisitos y documentos son necesarios?

Para acceder a este tipo de depósitos, es necesario cumplir con ciertos requisitos y presentar determinados documentos a la hora de solicitar el producto financiero. En primer lugar, es necesario ser residente del país donde se solicita el depósito, en este caso, España. De cualquier manera, algunos bancos ofrecen opciones para no residentes, pero la mayoría de los productos están dirigidos a personas que viven en el país.

Junto a la residencia, es preciso contar con otros requisitos y documentos respectivos al solicitante, como son aquellos referidos a corroborar la identidad (DNI, NIE, pasaporte), justificante de domicilio y aquellos documento que prueben la procedencia del dinero.

Por último, y como ya se explicó anteriormente, es necesario tener una cuenta corriente o cuenta de ahorro en la entidad financiera donde se solicite abrir el depósito.

Beneficios de los depósitos a plazo fijo

Los depósitos a plazo fijo posee una serie de ventajas que no poseen otros productos de ahorro.

  • La mayor ventaja de este producto financiero es la casi total confianza de que vamos a obtener rentabilidad de ella. Por mínima que sea, siempre obtendremos una cantidad dependiendo de lo que hayamos depositado. En otros productos financieros esto no sucede, debido a que el escenario futuro es bastante incierto para determinar una buena rentabilidad de estos.
  • Sabremos el día exacto en que obtendremos la rentabilidad que deseamos o cómo la obtendremos. Todo esto irá bien detallado en el contrato que se haya acordado con el usuario.
  • Como usuarios tenemos la total libertad de elegir el tiempo que queremos depositar nuestro dinero. Podremos seleccionar un mes, varios meses o algún año. De este modo, podremos seleccionar cuándo será la fecha de vencimiento del producto, y disponer del dinero una vez pasado el mismo.
  • El interés y, por tanto, la rentabilidad que obtenemos va a ser superior que cualquier otro tipo de depósito. Esto se debe a que el futuro de los mismos es totalmente cierto (no hay en juego nada, tan solo disponer el dinero almacenado).
  • Se trata de una operación sencilla y sin grandes complicaciones. Para contratar este tipo de depósito solo requerimos del dinero y de tiempo para que genere los intereses deseados. No es necesario amplios conocimientos financieros como sucede con otros activos que sí lo requieren.
  • Existen algunas entidades que no cobran o no «multan» por retirar el dinero antes de la fecha de vencimiento. Esto es una gran ventaja en el caso de que tengamos que disponer del dinero que hayamos depositado. Es conveniente que antes de realizar el depósito conozcamos si podemos retirar o no el dinero, para así evitar sustos o la indisponibilidad de retirar el dinero que deseemos.

Aspecto de interés

Uno de los principales atractivos de los depósitos a plazo fijo en España es la protección que ofrece el Fondo de Garantía de Depósitos, que asegura hasta 100.000 euros por titular en caso de quiebra de la entidad financiera. Además, aunque la rentabilidad pueda parecer modesta en comparación con otros productos de inversión, la seguridad del capital es un factor que muchos inversores valoran, especialmente en tiempos de incertidumbre económica.

Preguntas frecuentes

Al final del plazo, se devuelve el capital invertido más los intereses generados, a menos que se renueve automáticamente.

Varía según la entidad, pero suele oscilar entre 1,000 y 10,000 euros.

Evalúa la rentabilidad, el plazo, las penalizaciones por cancelación y las condiciones de renovación automática.

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