Créditos rápidos
¿Qué son los créditos rápidos?
Los créditos rápidos son un tipo de crédito al consumo que se contrata por unas cantidades de dinero relativamente moderadas a cambio de unas condiciones más desfavorables en el pago, es decir, a cambio de unos intereses más altos. Hay dos vías de acción para adquirir un crédito rápido; es posible hacerlo mediante una empresa privada o, directamente, con un banco o entidad financiera, que son quienes suelen ofrecer mayor seguridad y garantías.
Los créditos rápidos son un tipo de préstamo que no suele implicar el pago de comisiones de apertura, pero los intereses que se aplican oscilan entre el 20 y el 25% TAE. Su período de amortización suele rondar los 60 meses.
¿Qué se necesita para obtener un crédito rápido?
Como su nombre lo indica, se destacan por la velocidad de su emisión, lo que nos da a entender que su acceso, también, tiende a ser más sencillo, teniendo requisitos más bajos, a costa de unos intereses más altos.
Para obtener un crédito rápido, normalmente solo se suele pedir una nómina y el DNI o tarjeta de residencia. Su trámite suele ser bastante sencillo y el dinero se obtiene de manera rápida y sin la obligación de justificar la finalidad a la cual se va a destinar el dinero.
Una vez presentada la documentación requerida, si todo está en regla y no figuramos en ninguna lista de morosos, el dinero se suele otorgar en un período máximo de 5 días, aunque lo más habitual es tenerlo a nuestra disposición entre las 24 y 48 horas siguientes.
¿Qué tener en cuenta antes de solicitar un crédito rápido?
Es muy importante tener en cuenta determinados puntos antes de pedir un crédito rápido, ya que hay más de un aspecto que los puede alejar de tus intereses. Lo primero a tener en cuenta, son los honorarios o comisiones, que serán lo que determinen el valor final del crédito. Junto con estas, es importante conocer los plazos, ya que en caso de incumplimiento, también generaría aumentos en el total del crédito.
En caso de no haber solicitado nunca un crédito, es muy valioso mirar los beneficios que ofrezcan en la entidad, para nuevos clientes, como también si eres un cliente frecuente en la entidad y sueles solicitar créditos rápidos, podrías acceder a determinados beneficios por tener un buen historial.
Por último, en caso de formar parte de alguna lista de incumplimiento de pago o de deudor moroso, como lo puede ser Asnef, es posible encontrar entidades financieras que lleven a cabo créditos rápidos, sin importar esto.
Ventajas y desventajas de los créditos rápidos
Son fáciles de adquirir y no suelen tardar más de 48 horas en ser emitidos. Sí, estos son indicadores más que motivadores para solicitar un crédito rápido, pero esto no es lo único que hay que tener en cuenta, ya que, de la misma manera en que tienen ventajas, también tienen desventajas:
Ventajas
- A diferencia de los créditos tradicionales, estos, son accesibles sin poseer un aval de gran magnitud.
- La gestión de los créditos rápidos, suele ser más rápida, puesto que la respuesta de la entidad, es más veloz.
- Es posible solicitarlos online o mediante llamada telefónica.
- Existe una mayor libertad en el uso del dinero prestado, ya que no se solicitan tantas explicaciones para su adquisición.
- No se precisa de nómina domiciliada en la entidad objetivo.
Desventajas
- Aunque los requisitos sean menores que para los créditos tradicionales, si no puedes demostrar ingresos mensuales, puede que se dificulte el acceso al crédito rápido.
- Suelen tener comisiones a la cancelación, o al pago anticipado, lo cual elevaría el valor final del crédito rápido.
- Se entregan sumas de dinero menores a los créditos tradicionales.
- La tasa anual equivalente (TAE), suele ser superior, rondando el 20%.
- Conceden un interés mayor, lo cual compensa su velocidad de emisión y sencillez.
- El plazo de devolución suele ser de 30 días. Esto varía cuando se trata de un cliente de la financiera, llegando a 50-60 días.