ASNEF es el acrónimo de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito. Este organismo se encarga de gestionar una base de datos que recoge los impagos en los que ha podido incurrir una empresa o un particular. También se conoce como lista de morosos o fichero de solvencia.

¿Qué significa ASNEF?

La definición de ASNEF hace referencia a un fichero de morosos, que tienen entre otros objetivos valorar la solvencia de una entidad o persona. En el caso de solicitar un préstamos a una entidad bancaria y estar incluido en esta lista, el banco dudará de la solvencia del solicitante ante la deuda contraída que no ha sido satisfecha.

En el caso de no satisfacer las deudas, se puede permanecer hasta seis años en este fichero de morosos, lo que pone en juego la capacidad financiera de cualquier particular o compañía.

Para poder registrar impagos en la base de datos de ASNEF es preciso ser miembro de la asociación. Entre sus componente están bancos y cajas de ahorro, financieras de consumo, aseguradoras, compañías de telecomunicaciones, empresas proveedoras de servicios de gas y electricidad y otras empresas que pueden sufrir impagos en su actividad.

¿Qué pasa si estás en ASNEF?

La empresa tiene la obligación de comunicar al moroso su inclusión en uno de los listados de solvencia por correo postal. El registro también debe notificarlo, y a diferencia de la compañía, cuenta con un plazo de 30 días para que el usuario reciba el aviso tras ser incluido en la lista.

Una persona puede ingresar en el ASNEF por dos motivos, que son impagos o error. El primero es debido a que no se hizo el pago establecido, mientras que el segundo caso puede darse a consecuencia de un fallo a la hora de tramitar el ingreso.

Para salir de ASNEF, la solución más rápida es abonar la deuda y pedir el justificante de pago. Una vez hecho el pago, la compañía debe avisar a la gestora del fichero la cancelación de la deuda en menos de siete días. Si no se ha producido la confirmación, lo mejor es enviar una fotocopia del resguardo de la compañía a la empresa de morosos por medio de un burofax, reclamando la desaparición de nuestro nombre en el listado de deudas.