El concepto de capital flotante, en inglés conocido como free float, hace referencia a la cantidad de acciones en circulación que se encuentran a disposición de los usuarios para adquirir a través del mercado bursátil. Estas acciones no permanecen controladas por el grupo dominante o los inversores estratégicos de la compañía, por lo que podrían ser compradas en los mercados secundarios libremente.
El término capital flotante puede utilizarse como una medida representativa del tamaño del mercado, del valor real de las distintas acciones que estén disponibles para su negociación por parte de los inversores. Esta situación avala el hecho de que cuanto mayor es el capital flotante y el tamaño de una empresa cotizada, mayor liquidez proporciona y más opciones tendrá el inversor de conseguir un vendedor si pretende adquirir acciones o de captar un comprador si busca venderlas.
Calcular el capital flotante
A continuación te mostramos la fórmula del capital flotante:
Capital flotante = Acciones en circulación – Acciones Restringidas.
Hay que detallar que las acciones en circulación son el total de acciones en las que se estructura el capital de la compañía, mientras que las restringidas con las acciones que tienen los accionistas incluidos en el grupo dominante. Estas participaciones no se encuentran disponibles para la compraventa.
Para entender mejor este concepto recurriremos a un ejemplo de capital flotante. Una empresa que cotice en bolsa dispone de un capital de 100 millones de euros divididos en 1 millón de acciones, por lo que cada participación tendría un valor de 100 euros. Este capital estaría controlado por dos grupos de accionistas de control, en donde uno contaría con un 20% y el otro con un 25%. Esto es, 200.000 acciones y 250.000 acciones de 100 euros cada una.
Capital flotante = 1.000.0000 – (200.000 + 250.000) = 550.000 aciones. Esto significa que dicha compañía dedica un 55% de su capital a capital flotante, mientras que el resto quedará en manos de grandes inversores.