Se entiende por contango, aquella situación en la bolsa de valores o en el mercado, en que el precio de un producto en efectivo o al contado es inferior al precio aplazado. O, dicho de otra manera, una situación en que en el precio de los futuros de un producto o commodity sobrepasan el precio spot.

Como consecuencia, la razón de comprar futuros estará basada en una comparativa de costes. Es posible que interese pagar una prima por poseer un bien en el futuro, si los costes de dicho bien o materia prima son inferiores a los costes en que se habría incurrido comprando el producto al contado. Estamos hablando de costes de almacén, de transporte, posibles pérdidas de productos perecederos, etc.

Cuando el mercado está en contango, las posiciones netas cortas son mucho más ventajosas que las netas largas. En este caso la curva de futuros tiene pendiente ascendente. En caso de que los precios futuros se mantengan en la misma forma y no converjan, los inversores con posiciones cortas pueden beneficiarse del arbitraje.

La situación de contango es precisamente la contraria a la situación de backwardation. Es decir, hay backwardation cuando el precio spot es más alto que el precio de los futuros. Las consecuencias son también las opuestas a las que hemos mencionado con anterioridad. Este tipo de mercado es el más usual para los productos básicos.

Tanto la situación de contango, como la de backwardation, afectan a los bienes o commodities sobre los que operan los futuros, es decir, los denominados subyacentes, como las materias primas. El contago se da fundamentalmente en mercancías no perecederas. Es la situación en la que suelen encontrarse los metales preciosos, que además tienen el papel de activo refugio.

¿Por qué vale más la materia prima en el futuro? En general, se debe a los costes de almacenamiento y transporte, a que hemos hecho referencia. Pero también, a las expectativas de los inversores, y al comportamiento de los tipos de interés.