El término de especulación se refiere a las operaciones financieras de comprar acciones o cualquier tipo de producto con la idea de venderlas más tarde una vez que el precio haya cambiado, y con el fin de obtener beneficios.

Especular sirve para regular indirectamente el mercado y para crear un stock de productos en caso de que se produjera una escasez. Por ejemplo, en un país se ha obtenido una gran cosecha de trigo, lo que provocará una bajada de precios y un aumento del consumo. Esto conllevaría a una bajada rápida de existencias del producto. Los especuladores compran entonces a precio bajo, para asegurarse un stock que luego venderá a precio más alto y que la población tenga el producto de manera constante. A pesar de que el precio suba con la especulación, si no se hubiera producido esa compra, el precio sería desorbitado, ya que quedaría muy pocas reservas del producto.

Tipos de especulación

La especulación puede ser de dos tipos:

  • Al alza: se compra un activo o un producto para en un futuro venderlo a un precio supuestamente mayor que el precio de compra. Este tipo de especulación es considerada positiva ya que anima a los inversores a tomar posiciones y crea una sensación de seguridad en el mercado.
  • A la baja: en este caso, el inversor vende un producto o un activo que considera sobrevalorado para luego comprarlo en un futuro a un precio más bajo. El beneficio aquí es la diferencia entre el precio de venta y el de compra. Este tipo de especulación es la más controvertida y genera una sensación de inseguridad en los mercados.

Efectos de la especulación

Los inversores contribuyen, no solo a regular el mercado, sino a que se materialice esa regulación. Si los grandes inversores especulan al alza, de manera general, todos invertir al alza, produciéndose así el efecto que se desea con la especulación.