El concepto de participaciones preferentes se refiere a un instrumento financiero de inversión bastante complejo. Son emitidas por una sociedad que no cede al inversor derechos político y que proporciona una remuneración variable condicionada a los beneficios.

Las participaciones preferentes están a medio camino entre el depósito y las acciones, aunque soportan más riesgo que los depósitos y menos que las inversiones bursátiles. Otros aspectos a tener en cuenta de las preferentes es que cuentan con poca liquidez y su duración es perpetua, aunque el emisor se reserva  la opción de una amortización a partir de los cinco años.

Características de las participaciones preferentes

Las características de las participaciones preferentes le definen como un producto heterogéneo, a caballo entre la renta fija y la variable, ya que su deduda no es exigible al no contar con un periodo de finalización determinado, como puede suceder con las obligaciones. Tampoco pueden calificarse como acciones al no contar con los derechos políticos esenciales de las mismas.

  • El plazo es indefinido, pero el emisor tiene la posibilidad de cancelarlas a los cinco años.
  • La remuneración final depende en gran medida de los beneficios que haya conseguido la sociedad encargada de emitir las participaciones.
  • No proporcionan derechos políticos al inversor, por lo que no tendrán ni voz ni voto en la junta general.
  • En el caso de que haya un concurso de acreedores, los inversores tendrán preferencia sobre los accionistas.

El motivo que empuja a los usuarios a contratar preferentes es sobre todo su alta rentabilidad. Este tipo de productos remuneran bastante  por encima de los depósitos bancarios. Sin embargo, hay dos aspectos a tener en cuenta:

  1. La entidad emisora tiene la posibilidad de suspender estas participaciones preferentes después de un periodo si así les interesa.
  2. De no conseguir la entidad beneficios ni pagar dividendos ese año, puede que el cliente no cobre el cupón anual.