Este término se emplea en el ámbito financiero y más estrictamente en la Bolsa. Para comprender de forma completa a qué se refiere esta expresión hay que explicar que los productos financieros (todos) cotizan en bolsa en un horario que comprende desde las 9:00 hasta las 17:30. En una jornada bursátil, un producto (cualquiera) puede experimentar distintas fluctuaciones en su precio. Por lo general, esto viene determinado por la situación del mercado (la oferta y la demanda) y la especulación.
En pocas palabras, la cotización de apertura es el valor con la que comienza una sesión y viene representada por un chart en forma de una línea horizontal a la izquierda de la línea vertical.
Para profundizar en la explicación, hay que matizar que la subasta de apertura da comienzo a la 8:30 y finaliza a las 9:00. En este lapso de tiempo, se lleva a cabo una serie de operaciones de compra y venta dando, en tiempo real, un precio equilibrado al que se ejecutarían las operaciones de finalización de la subasta de apertura.
En lo que a la bolsa se refiere, la subasta de apertura es un momento crucial ya que es susceptible de introducir, modificar o cancelar órdenes pero no es susceptible de operaciones de negociación.
En la práctica, los mercados financieros comienzan su actividad o lo que es lo mismo “abren para cotizar” el lunes (después del fin de semana) o después de un festivo; esta acción recibe el nombre de apertura de mercado. Como es natural, la cotización de apertura está supeditada a los días laborales, según el mercado. No obstante, como dato curioso, Forex tiene una actividad más activa y las 24 horas del día ya que al operar en todos los países del mundo consigue comenzar la actividad por Asia para terminar en Estados Unidos, y pasando por Europa.