La rentabilidad o rendimiento por dividendo (en inglés, yield) es un indicador financiero que permite analizar el estado actual o del pasado de una empresa. Los indicadores financieros, conocidos en el ámbito financiero como ratios, se calculan dividiendo directamente dos datos.
Por su parte, el yield muestra una relación en porcentaje que existe entre los dividendos (es decir, la cuota de dinero de una empresa que es repartida a los accionistas) por acción de una compañía y el precio de esos dividendos. Por lo tanto, la fórmula se obtiene dividiendo el dividendo entre el precio de dicho dividendo.
Este ratio financiero se utiliza, además, para analizar la rentabilidad de los accionistas y ver si existen revalorizaciones de precios y como ésta puede afectar al estado de la empresa. La remuneración de un inversor se puede conocer utilizando el yield.
Normalmente, se utilizan ejercicios anteriores para analizar si una empresa ha ganado rentabilidad, pero también puede utilizarse los supuestos dividendos esperados para un año siguiente.
Ventajas de utilizar el yield
Este ratio utilizado con otro indicador denominado pay-out (parte del beneficio de una empresa que se reparte en dividendos) indican si una compañía puede repartir sus beneficios entre los accionistas o bien destinarlos a las reservas.
Una de las principales ventajas es la de utilizar el yield, para ver si una empresa es rentable o no. Pueden darse dos casos:
- Si el yield aumenta cada año, significa una oportunidad de inversión ya que se incrementa la retribución de los accionistas y las acciones son baratas.
- Si el yield¸ por el contrario, es menor cada año, los dividendos para los accionistas disminuyen con el tiempo y el precio de la acción es cada vez más caro. Aunque pueda parecer un dato negativo, puede que la empresa se encuentre en expansión y necesite recursos para ello.
Como ves, el yield puede utilizarse de varias formas para analizar a una empresa y ver qué estrategias se pueden poner en práctica.