El término de subcontratar o subcontratación implica que una empresa requiere los servicios de otra para poder realizar ciertas actividades. Por ello, se contrata la empresa externa para poder hacer ciertas tareas necesarias en la empresa principal.
Normalmente, la subcontratación suele ser de servicios que no tienen nada que ver con la empresa principal o no están especializados en ello. Por ejemplo, si somos una constructora y se nos estropea un ordenador, la empresa informática que nos lo arregla estará subcontratada para ello.
No obstante, es importante destacar que también puede darse el caso en el que no solo se requieran las habilidades y el conocimiento del personal, sino también de la contratación de recursos capaces de ayudar a que la actividad se lleve a cabo correctamente. Es más, es importante que los recursos contratados sean los mejores y los correspondientes para poder llevar a cabo bien dicha actividad.
La decisión de subcontratar para poder mejorar un aspecto es una decisión que se toma con el fin de llegar a ser más competitivos y eficientes que el resto de empresas del mercado. Sin embargo, esto puede generar opiniones a favor y en contra:
- Opiniones a favor. Los servicios subcontratados son mucho más baratos que si contratáramos directamente al personal a nuestra empresa, haciendo uso de esta persona cuando realmente lo necesitemos, utiliza prácticas más competitivas y se está continuamente mejorando en detalles.
- Opiniones en contra. El personal subcontratado no presenta lealtad a nuestra empresa, pues se le suele contratar por otras. Por otro lado, también hay que hablar de la precarización de las condiciones laborales a causa de la proliferación de contratos de obra.