La expresión inglesa cash and carry es un tipo de operación comercial en la que el comprador realiza la compra, paga al contado y se lleva el producto adquirido. El cash and carry, comúnmente traducido como “paga y llévatelo” se utiliza mucho en el comercio al por mayor.
Cuando un minorista, que posee una empresa pequeña o mediana, o un comercial necesita algún tipo de producto, éste acude a algún negocio de mayorista, elige los productos directamente, los paga y los transporta él mismo. Es lo que se denomina operar “en régimen de libre servicio”. Esto permite ahorrar costes con los proveedores, con el transporte y con servicios que no son esenciales en la compra. Además, los mayoristas venden productos de gran tamaño y en paquetes especiales, lo que hace que el precio de venta baje y puedan ser más asequibles para las PYMES.
Este concepto se introdujo en Alemania en los años 60 por el Dr. Otto Beisheim y es muy utilizado en los sectores de la hostelería y comerciales detallistas como tiendas pequeñas. También lo utilizan algunas instituciones y centros educativos. El ejemplo más importante es el de Makro, una cadena de tiendas de autoservicio de ventas al por mayor.
El término cash and carry en el mercado de futuros
El concepto de cash and carry también se suele aplicar al mercado de materias primas. En este sentido, se realiza compras de materias primas en un mercado de contado para luego venderlas y obtener un beneficio. La venta se realiza en lo que se denomina el mercado de futuros, es decir, se realiza una venta en un futuro a un precio fijado en el presente. Para el comprador, a este precio de contado se le añadirá los costes de transporte propios de futuro, calculando así el cash and carry price.
Este concepto es muy importante cuando se opera en mercados de futuros, ya que habrá que tener en cuenta otros costes que se añaden al precio pagado en el presente.