La definición de laudo es el concepto que se emplea en el ámbito del derecho para referirse a la resolución dictada por un árbitro que permite dirimir un conflicto entre dos o más partes.
El fallo del árbitro puede compararse con la sentencia de un juez, aunque la jurisprudencia de éste se encuentra fijada por la ley y la jurisdicción del árbitro está en la autonomía de la voluntad. Esto significa que la decisión de esta figura debe ser aceptada por las distintas partes para resolver el conflicto. Se trata de un laudo obligatorio.
¿En qué consiste un laudo arbitral?
El laudo arbitral es la resolución que fija una figura intermedia entre dos partes en conflicto. Este árbitro, independiente del poder judicial, cuenta con presencia en casi todas las civilizaciones con alcances que van más allá del propio funcionamiento mercantil y económico.
Se trata de un procedimiento extrajudicial para la resolución de conflictos entre varias partes, siempre que uno de los implicados actúe como profesional, empresario o los propios poderes públicos en algunos casos. No existen procesos de arbitraje entre particulares. Un ejemplo de laudo arbitral lo encontramos en el caso de la empresa Eulen en el aeropuerto de El Prat. El conflicto de los trabajadores con la empresa, con huelgas a causa de las condiciones laborales, finalizó con la decisión del árbitro correspondiente de obligar a la compañía a abonar a los empleados un complemento de 200 euros.
¿Qué validez tiene un laudo arbitral?
Lo más normal es que las partes implicadas en esta negociación firmen un acuerdo antes de acudir a la mediación del árbitro, a través del cual se comprometen a acatar el laudo que se ofrezca como resolución del conflicto.
El laudo arbitral no se fundamenta de manera obligatoria en el derecho. Los implicados en el caso pueden acordar con anterioridad que el arbitraje se centre en criterios de equidad, más allá de lo puramente jurídico. La ejecución de un laudo arbitral, en cualquier caso, precisa de un juez que ordene dicha mediación.