Los Ingresos Mensuales Recurrentes o MRR (por sus siglas en inglés Monthly Recurring Revenue) son aquellos ingresos que se repiten cada cierto tiempo y que se convierten en ingresos necesarios para el negocio.
Para que tengamos MRR es necesario que nuestro producto o servicio se adquiera por nuestros clientes de forma continua o cada cierto tiempo. Estos ingresos son clave para nuestro negocio ya que nos da un mínimo de ingresos cada cierto tiempo. De este modo, la empresa puede ser viable a largo plazo, ya que si hay periodos en los que les va mal, al menos se asegura algunos ingresos.
MRR y los modelos de recurrencia más habituales
Para asegurarnos estos ingresos mensuales es necesario que creemos un hábito en el cliente que le obligue a venir a nuestro negocio a volver a adquirir el bien o servicio que adquirió con anterioridad.
Las empresas de servicios lo tienen más fácil: las suscripciones son su mejor aliado. Mediante una suscripción, si el cliente quiere seguir usando su servicio mes a mes (o trimestre a trimestre), es necesario que se haga un pago. El pago que se realiza es el que compone el MRR del negocio.
El servicio de streaming Netflix es el mejor ejemplo. Se trata de una suscripción que se renueva mensualmente para poder seguir utilizando su servicio.
En cuanto a los tipos de suscripciones, encontramos la fija, la ilimitada, la de único pago por servicio o la que se paga por un número de usos del servicio.
MRR y ciclo de vida del producto
El ciclo de vida del producto o, lo que es lo mismo, lo que indica al usuario cuánto va a durar el producto que ha adquirido, puede ayudar a las empresas a formular su MRR.
Para ello, la empresa deberá estudiar el comportamiento de los usuarios con los productos que ha adquirido, escucharlos a través de diferentes canales y hacer especulaciones de lo que los clientes quieren en función de sus necesidades.
La investigación y la innovación permiten a las empresas obtener los beneficios de los clientes, aún después de haberles vendido un producto o servicio final.