Hoy en día no puede darse nada por sentado, pues de pronto estamos por las nubes y en un abrir y cerrar de ojos todo se ha esfumado. Este es el contexto en el que se mueve la empresa hoy en día. En particular hablamos de la disolución de la empresa, una de las decisiones más complejas que se pueden tomar en el seno de una institución.
Concepto de disolución de la empresa
El concepto de disolución de la empresa viene determinado por su desaparición jurídica del mercado. Es el momento en el que se ha tomado una decisión final en cuanto a su presencia y comienza la etapa de cierre. Son varias las causas de la disolución de la empresa y de todas ella quizá las más habituales sean dos. Por un lado, nos encontramos con el conjunto de circunstancias en las que no puede alcanzarse el fin social por el que se ha construido la entidad. Por otro lado, y no menos importante, la pérdida de patrimonio neto de forma progresiva.
Por tanto, la definición de disolución de la empresa no implica necesariamente el cese de su actividad, pero sí el proceso de liquidación de la misma.
¿Cómo se desarrolla el proceso de disolución de la empresa?
Ahora que ya sabemos qué es la disolución de una empresa podemos dar paso al siguiente escalón. Hablamos de cómo se desarrolla el proceso de disolución de una empresa una vez que ya ha sido declarada como tal. No obstante, en función de cada país, su normativa vigente y su Ley, este procedimiento puede variar.
En cualquier caso, son 3 las fases principales de disolución de la empresa que debemos tener en cuenta.
- La empresa podrá entrar en concurso de acreedores: podrán ser los propios acreedores de la empresa quienes soliciten este proceso.
- La empresa podrá declarar la liquidación de la sociedad: esto quiere decir que serán los encargados de llevar a cabo la liquidación de la empresa quienes se encarguen de repartir el capital social que la constituye. No obstante, este capital solamente será repartido siempre y cuando se hayan saldado las deudas existentes. De este modo, aunque la empresa haya entrado en disolución, sus propietarios, cargos principales y administradores sólo obtendrán un bien ganancial cuando hayan saldado sus deudas.
- La empresa podrá efectuar la transferencia de la propiedad: tendrá derecho a poner en opciones de venta la venta.
También es importante señalar que los administradores de la empresa solo tendrán dos meses de plazo máximo para convocara la Junta General y determinar de qué modo se llevará a cabo el proceso de disolución de una empresa. Eso sí, las personas encargadas de la liquidación empresarial, tendrán que estar inscritos en el Registro Mercantil como requisito.