Los intermediarios son agentes que, como su propio nombre indica, tratan de intermediar o poner en contacto a dos o más partes que intentan realizar una transacción o negociación. El intermediario deberá de conectar a estos dos agentes con el fin último que exista un intercambio o, en su defecto, una comunicación entre ellos.

El intermediario cobra un cargo o un sueldo por la labor que realiza, es la solución perfecta para aquellas veces en las que es difícil o costoso relacionarse entre las partes. No obstante, vamos a detallar los costes que se derivan de la intermediación y que, gracias a un intermediario, podemos abaratarlo:

  • Costes de búsqueda. Más que buscar la información, se trata de priorizar y saber ordenarla, sobre todo en materia de proveedores o acreedores.
  • Especialización de los agentes. Los agentes prefieren especializarse en otros terrenos antes que dedicar esfuerzos en darse a conocer al exterior. Por ejemplo, a un proveedor de tomates le sale más barato contratar a un intermediario que realizar la labor de vender ellos por su cuenta los tomates.
  • Información exacta. Los intermediarios suelen servir como consultores para muchos agentes, para poder saber la información correcta de lo que están contratando o comprando. Ellos nos informarán acerca de la oferta o de lo que requiere la otra parte.
  • No existen canales de comunicación buenos. Los canales de comunicación eficientes no existen o son difíciles de encontrar, la mejor forma de encontrar información veraz y eficaz es la que nos ofrecen los intermediarios.

Por otro lado, es importante que resaltemos que encontramos con 3 tipos de intermediarios en la economía y que vamos a comentar a continuación:

  • El intermediario financiero: conecta ahorradores con inversores. Este tipo de intermediarios también se le suelen llamar brókers. Son capaces de crear conexiones entre aquellos que ahorran y aquellos que tienen diferentes proyectos o inversiones que necesitan financiación. Este tipo de intermediarios ayudará a los agentes a diversificar su cartera, así como generar beneficios por parte de ambos.
  • El intermediario comercial: quizá es el más conocido por todos, ya que pone en contacto oferentes y demandantes. Suelen utilizarlo mayoristas y minoristas, y pone en contacto a los productores de bienes y servicios con los consumidores finales de éstos. Un ejemplo claro de este tipo de intermediario son los supermercados.
  • El intermediario legal: ayudan a las partes a llegar a un acuerdo sobre determinada situación. Suelen cobrar una parte fija y otra variable, según su función. Podemos incluir como ejemplo un bufete de abogados.