El déficit es una situación que se produce cuando los gastos son superiores a los ingresos, lo que conlleva una escasez de dinero importante. Existen diferentes tipos de déficit en el ámbito económico; tipologías que abarcan el sector fiscal, exterior, estructural, coyuntural y privado. En esta ocasión vamos a centrarnos en el segundo grupo de clasificación -el déficit comercial– que está intrínsecamente ligado con otro concepto: la balanza comercial negativa. Todos los detalles que necesitas al respecto, a continuación.

¿Cómo se mide el déficit comercial?

La venta de bienes y servicios de un país al exterior (las exportaciones) constituyen un ingreso para el país que vende; mientras que si el proceso es al contrario (las importaciones) supone un gasto para el país que paga. La diferencia entre los ingresos y pagos recibe el nombre de balanza comercial. Si los ingresos de un país son inferiores a los pagos realizados, el país contará con un déficit comercial; si los ingresos de un país son mayores que los pagos realizados, el país contará con un superávit comercial.

El déficit comercial refleja la diferencia que existe entre los ingresos y los gastos de una nación respecto al exterior. Por lo tanto, hablamos de déficit comercial o de balanza comercial negativa cuando el coste de las importaciones es mayor que el de las exportaciones.

¿Qué factores influyen en el déficit comercial?

Aunque el plano socioeconómico está en constante cambio, podemos afirmar que los factores que determinan el déficit comercial son los siguientes:

  • Elevada debilidad de la exportación de bienes y servicios.
  • Política económica que apoye la inversión exterior.
  • Los consumidores prefieren adquirir bienes extranjeros antes que los de producción nacional.
  • Los precios de los bienes extranjeros son más baratos que los bienes locales.