Para empezar, deberemos conocer qué significa la práctica del dumping comercial. El dumping trata de que un suministrador se salta las reglas de un país en otro vendiendo los productos a un precio diferente (normalmente más bajos). Por eso, es una práctica ilegal: un país cuenta con la ventaja de tener los mismos productos que otro pero más bajos. Pues bien, el antidumping son las medidas que se tienen en cuenta para evitar que esto ocurra y luchar contra esta injusticia.

Para que se puedan tomar recursos legales contra ello y proceder a la investigación es necesario que haya un organismo de por medio, como es el caso de la Comisión Europea. Su objetivo principal es evitar que existan discriminaciones sobre los precios de diferentes productos.

Desde el punto de vista del practicante, su objetivo es ejercer una posición monopolística, intentando echar a los demás competidores locales e internacionales. Esto, obviamente, suele estar prohibido en la mayoría de países, y sobre todo en los de la UE.

Entre algunas de las recomendaciones que podemos ofrecer para denunciar alguna práctica de este tipo son:

  • Antes que nada, deberemos estudiar si la diferencia de precios de un país a otro se trata de un dumping de precios. La mayoría de casos suele ser el cambio de moneda el que intervenga en dicha diferencia.
  • También deberemos de fijarnos el origen real de la mercancía, saber de dónde procede, así como de su fabricante. Si la información es diferente a la que hemos contrastado, podemos dudar. No obstante, tenemos que tener en cuenta que no existen acuerdos legales de por medio para que exista dicho dumping (colateralmente con un organismo oficial).
  • Asegurarnos que haya una correcta clasificación arancelaria: si posteriormente Aduanas observa que la clasificación es incorrecta y la nueva partida arancelaria está sujeta a estas medidas, se podrán liquidar impuestos posteriormente, perjudicándonos económicamente.