Los mercados eficientes son especialmente útiles para los agentes que más presencia tienen en el mercado financiero. Un mercado eficiente es aquel en el que los precios de los activos que se cotizan en él refleja toda la información disponible en el mercado.
Los agentes utilizan la información que los activos financieros les da para poder tomar decisiones, por lo que la información se incorpora al precio en la medida en la que llega.
Los inversores suelen buscar mercados eficientes: a mayor eficiencia de precios, mayor reflejo del valor de los activos y, por tanto, mayor seguridad. En los mercados eficientes, el precio de los activos financieros cotizan a su justo nivel, y refleja realmente el valor real que tiene en todo momento.
No obstante, encontrar un mercado que sea del todo eficiente es difícil, pero no imposible. Se trata de unas características (las vemos a continuación) que deben ser seguidas con riguroso respeto.
Características de los mercados eficientes
En cuanto a las características que definen un mercado eficiente, tenemos que destacar las siguientes:
- La información debe estar disponible para todos los públicos. Existen mercados en los que se excluyen ciertos usuarios de alguna información, con el fin de crear deficiencias.
- El poder acceder a la información necesaria no tiene por qué suponer un coste. Esto va especialmente ligado con el punto anterior, ya que hay veces que se pretende omitir u ocultar información con el fin de «venderse» a buen precio.
- Los precios de los productos que compiten en el mercado se deben adaptar a la información que se va recibiendo. En este sentido, malas cosechas, mal tiempo o situación política desfavorable juega en contra de la eficiencia en el mercado.
- Debe existir un gran número de participantes en el mercado, con el fin de que existan flujos de información en dicho mercado.