Generalmente los activos líquidos son definidos como aquellos que pueden convertirse en el corto plazo en dinero en efectivo sin perder valor y que siendo bienes sin tener postergación se los puede transformar en efectivo. A nivel económico, el activo líquido o es el que se puede convertir o permutar por dinero de forma rápida o no perder el valor al realizar dicha conversión.
También es definido como un activo conforme sea más o menos líquido o si cuenta con un mayor grado de liquidez cuanto más rápido posibilita transformarlo en efectivo.
Además, pueden encontrarse diferentes tipologías de activos. Los principales son el activo corriente o activo circulante, los que pueden venderse siempre que no generen un costo negativo.
En cuanto al valor de liquidez de un activo, dependerá, de la expectativa que tenga su propietario sobre el valor que posea este en el mercado. Los seguros de automóviles o de vida, los fondos fiduciarios o el oro no pueden ser activos líquidos, ya que conlleva mucho tiempo para conseguir que un comprador pague el valor justo del mercado de estos activos. Asimismo, la conversión en activos líquidos conlleva tiempo y no se realiza de forma inmediata.