En términos económicos, una definición de eficacia puede ser el grado de cumplimiento de las metas perseguidas a través de un plan de actuación, sin tener en cuenta la economía de medios empleados para la consecución de los objetivos como ocurre con el concepto de eficiencia, un término que suele confundirse con bastante frecuencia con eficacia. Desde el punto de vista axiológico, resulta inferior jerárquicamente el valor de eficacia en comparación al de eficiencia.
El concepto de eficacia se encuadra sobre todo en el nivel de consecución de los objetivos de una empresa, a la capacidad para conseguir todo aquello que se propongan.
Ejemplo de eficacia
Un buen ejemplo de eficacia es cuando nos proponemos realizar una obra o un trabajo en dos semanas y cumplimos con los plazos marcados. Sin embargo, la eficiencia exige algo más que cumplir con los plazos.
Diferencia entre eficacia y eficiencia
El término eficiencia se refiere a la relación entre los recursos empleados en un proyecto y los resultados obtenidos con el mismo. La eficiencia tiene lugar cuando se usan la menor cantidad posible de recursos para conseguir una misma meta. O también cuando se logran más objetivos con menos recursos. Un ejemplo de eficiencia es cuando se obtienen cien unidades de un producto invirtiendo doce horas. Será más eficiente si esas cien unidades se fabrican en diez horas o se logran 120.
Con todo esto podemos decir que la eficacia se distingue de la eficiencia en que está última recurre al mejor uso de los recursos, mientras que la eficacia se basa en la capacidad para conseguir un objetivo aunque en el proceso no se hayan aprovechado los recursos de la mejor forma posible. Es decir, la eficacia no le presta atención a si fuimos eficientes durante los pasos de producción.
Lo ideal sería ser eficaz y eficiente al mismo tiempo, pero puede darse el caso de ser eficaz sin ser eficiente y eficiente sin ser eficaz.