El ratio de solvencia es una de las métricas clave para medir la capacidad que tienen la empresas de hacer frente a sus deudas y otro tipo de obligaciones. El ratio de solvencia sirve para indicar tanto si el cash-flow (o flujo de caja), es decir, el dinero del que dispone la empresa es suficiente para que ésta haga frente a sus deudas a corto y largo plazo.
Cuanto más bajo es el ratio de solvencia de una empresa, más posibilidades existen de que no consiga cumplir con sus obligaciones y no pague sus deudas.
¿Cómo se calcula el ratio de solvencia?
Tal y como se puede ver en la imagen, para calcular el ratio de solvencia hay que dividir el activo circulante entre el pasivo circulante.
El ratio de solvencia mide el cashflow o flujo de caja en vez de los ingresos netos, pero también tiene en cuenta la depreciación de los bienes de la compañía. Es decir, mide la capacidad de hacer frente a las todas sus obligaciones y no sólo sus deudas.
El ratio de solvencia de cualquier empresa debería compararse con sus competidores dentro de un mismo sector más que verse aisladamente. Por ejemplo, empresas en sectores donde tradicionalmente se tienen deudas más elevadas pueden tener mejores ratios de solvencias que otras en sectores como la tecnología.