La devaluación es la disminución del valor nominal de una moneda corriente frente a otra moneda extranjera y puede deberse a diferentes causas, como por ejemplo, la falta de demanda de la moneda local, o bien, el aumento de la demanda de la moneda extranjera. En términos de contabilidad, la devaluación monetaria se produce por la pérdida de la calidad, la cantidad, la fuera o el valor de un activo. Recordemos en este punto que al aumento en el valor de un activo se denomina revalorización.
Las monedas de los países representan un valor relacionado directamente con la riqueza de un país. Con ello, un estado que emite más monedas o les otorga un valor más elevado del que puede respaldar con su riqueza, deberá llevar a cabo unos ajustes en el valor de su moneda.
De entre las consecuencias de una devaluación monetaria más importantes se encuentran las siguientes:
- Incremento de la Inflación
- Aumento de las tarifas de los servicios públicos
- Pérdida del salario real
- Erosión de los ahorros en la moneda local
No obstante, la devaluación de la moneda también puede originar ventajas para el país, como por ejemplo, un aumento del consumo interno de bienes y productos nacionales, un incremento del turismo internacional, ya que a los extranjeros les resulta más atractivo el dinero de ese país, y se eleva la competitividad de las exportaciones frente a aquellas que se realizan con moneda de mayor valor.