El m-commerce o Mobile Commerce es un tipo de comercio electrónico que emplea el teléfono móvil para realizar las transacciones de compra y venta de productos o prestaciones de servicio, ya sea mediante un navegador o una aplicación. Aunque el comercio móvil no está tan desarrollado como e-commerce, lo cierto es que está creciendo de manera significativa con la mejora de las nuevas tecnologías.
El rápido crecimiento del consumo del teléfono móvil y de otros dispositivos inalámbricos, como las tabletas, está incentivando el auge del m-commerce en las empresas. Asimismo, este crecimiento también se debe a la mejora in crescendo de la confianza de los consumidores en la compra online, a causa de las mejoras en seguridad de las tiendas online y en la calidad de las experiencias. Billetes de avión, ropa, calzado, reservas en hoteles, …. Cada vez son más los consumidores que realizan sus compras a través del móvil o la tablet y, con ello, son muchas las empresas de productos y servicios que deciden unirse a la moda del comercio móvil.
No obstante, es fundamental conocer las ventajas y desventajas del m-commerce, especialmente respecto a la usabilidad, el desarrollo y la experiencia del usuario con las aplicaciones móviles.
Ventajas del m-commerce
A continuación, detallamos algunas de las ventajas del mobile commerce:
- Tan solo requiere un navegador móvil, de manera que no es necesario un desarrollo adicional para su funcionamiento
- La versión responsive de las pantallas de los teléfonos móviles son más rápidas y permiten una navegación más cómoda para los usuarios
- La actividad de compra y venta se agiliza y simplifica gracias a las apps
- Posibilidad de segmentar las audiencias por edad, sexo, ubicación geográfica, etc.
Desventajas del m-commerce
Veamos a continuación la otra cara del comercio móvil. Descubre ahora las desventajas del mobile commerce:
- Cuanta más información contenga la página web, más tiempo tardará en cargarse
- La versión responsive requiere un desarrollo y unos conocimientos extra, lo cual conlleva unos costes elevados
- Asimismo, la versión responsive podría no reflejar todo el contenido de la web
- Las apps deben adaptarse a los diferentes sistemas operativos (Android, iOS, Blackberry, etc.)