Los trabajadores por cuenta ajena son empleados que, con la edad legal mínima, prestan sus servicios a otra persona, empresa o institución a cambio de un salario o de una retribución, ya sea conexa, en metálico o en especie. Con ello, no se consideran trabajadores por cuenta ajena a los empresarios, trabajadores familiares no remunerados y miembros de cooperativas de producción que trabajen en las empresas, como tampoco a los trabajadores ausentes de su puesto de trabajo o que hayan sido suspendidos del empleo. Tampoco se denomina trabajador por cuenta ajena a los trabajadores estacionales, ya sea ocasionales o discontinuos.
Diferencias entre un trabajador por cuenta ajena y un autónomo
Son muchas las diferencias entre un trabajador por cuenta ajena y propia, o autónomo. Veamos las más significativas a continuación:
- Los trabajadores por cuenta ajena reciben un salario estable por parte de las empresas, ya sea en cantidades más o menos iguales y de forma semanal, mensual, por horas, etc.
- Dependiendo de la organización interna de las compañías, los trabajadores por cuenta ajena cuentan generalmente con un horario establecido y jornadas de descanso, así como días de vacaciones y un seguro sanitario.
Ahora ya conocemos la diferencia entre estos conceptos pero, ¿es posible ser autonomo y trabajar por cuenta ajena?