Cuando las operaciones mercantiles se realizan entre personas o empresas de distintos países, estamos ante comercio exterior. Es decir, desde un punto de vista macroeconómico, diversas naciones intercambian, entre ellas, bienes y/o servicios o su precio, para cubrir sus necesidades internas. Cuando se habla de comercio exterior, normalmente estamos hablando también de la necesidad de pagar aranceles, salvo que se trate de comercio entre países que formen parte de una zona arancelaria común, como es el caso de la UE.
Significado de comercio exterior
Puesto que las operaciones de comercio exterior no forman parte de la jurisdicción de un solo país, sin perjuicio de la existencia de tratados, acuerdos y convenios, ya bilaterales, ya de carácter internacional, es necesario que las partes especifiquen en los correspondientes contratos, la normativa por la que van a regirse las operaciones y la legislación aplicable en caso de conflicto. Aunque, en muchas ocasiones el comercio exterior es también comercio internacional, no se trata de términos absolutamente intercambiables.
La razón es que el término comercio exterior, tiene en cuenta las relaciones de un país con el resto del mundo, mientras que el comercio internacional, tiene en cuenta las relaciones comerciales que se producen entre países. El comercio exterior incluye, en definitiva, tanto las importaciones como las exportaciones. Con carácter general, los Estados ponen cortapisas a las importaciones sobre la base de los aranceles, mientras que fomentan las exportaciones, por ejemplo, estableciendo exenciones impositivas a los productos que van a ser exportados.
Asimismo, existen instituciones de ayuda a la las empresas a la hora de correr los riesgos que supone la exportación o venta a otros países. En el caso español, el ICEX, anteriormente Instituto Español de Comercio Exterior, y, ahora, España Exportación e Inversiones, constituye una entidad pública empresarial, de ámbito estatal, cuya misión es precisamente promover la internalización de las empresas.