Infraponderar se trata de valorar algo (ya sea un bien o un servicio) en base a criterios tanto económicos como no económicos por debajo del valor que le corresponde en el mercado. Normalmente, este término es utilizado a la hora de valorar un activo financiero, y más comúnmente en el trading.
Esta infraponderación se produce cuando el valor esperado o el valor de retorno de dicho activo financiero está por debajo del índice de referencia o de rendimiento de su sector. Por ello, el gestor podrá maniobrar su cartera para dar una mayor importancia u otros pesos a los valores que le rindan más y le ofrezcan mejores beneficios, reduciendo el peso de aquellos que le ofrecen menos.
Para poder infraponderar un activo financiero es necesario que alguien o nosotros mismos hayamos realizado un examen o análisis acerca del bien y de su valor real. De este análisis debemos concluir que, realmente, su valor real es inferior al que tiene en la actualidad, por lo que infraponderaremos su valor, pujaremos menos o lo venderemos a un precio inferior. También nos permitirá comprar el activo financiero a un precio mucho más barato.
Infravalorar puede suponer una ventaja competitiva si acertamos las previsiones futuras que estimábamos y si las condiciones del mercado se ajustan a lo que hayamos concretado. Aún así, es necesario destacar que la infraponderación de un activo financiero es el resultado de alguna objeción que hayamos visto, o alguna característica que no es positiva. Por ello, su beneficio marginal es menor, siendo su demanda mucho menor.
Por otro lado, en el caso de los bienes tenemos que tener en cuenta que las demandas regulares son difíciles de mantener, ya que los gustos y preferencias de los consumidores van cambiando por múltiples factores. A ello, hay que sumarle el comportamiento del consumidor, pues la sociedad en sí también afecta a su manera de pensar y de consumir más o menos un producto.