La discriminación de precios es una estrategia de mercadotecnia basada en cobrar diferentes precios para un mismo producto, a pesar de que el coste de producción sea siempre el mismo. Esta técnica es habitual y se produce normalmente en las situaciones de monopolio, en las que una empresa controla el mercado y pretenden maximizar los beneficios de esta forma.

Tipos de discriminación de precios.

La discriminación de precios se clasifica en tres tipos, primer grado, segundo y tercer grado. Estas son las características de cada una de estas tres estrategias.

Discriminación de precios de primer grado

La discriminación de precios de primer grado se produce cuando la empresa conoce exactamente cuánto está dispuesto a pagar cada individuo, y vende su producto o servicio al precio máximo que cada cliente está dispuesto a pagar. La discriminación de precios de primer grado es propia de los monopolios empresariales. Se suele decir que esta es la discriminación perfecta ya que permite obtener la máxima rentabilidad para la empresa.

Discriminación de precios de segundo grado

La discriminación de precios de segundo grado se da cuando se agrupa el mercado en función de su disposición a pagar por el producto en cuestión, cobrando un precio distinto a cada grupo en función de esa disposición. Esto provoca que el precio unitario del producto disminuya a medida que aumenta el volumen de compra. Esta estrategia es muy común en las ventas de gran de volumen, así como en productos que se venden agrupados o en pack.

Discriminación de precios de tercer grado

La discriminación de precios de tercer grado sucede cuando se cobra un precio lineal para cada grupo de consumidores, es decir, se cobran distintos precios para un mismo producto en función del tipo de mercado. Es una de las técnicas más utilizadas dentro de las políticas de precios de numerosas compañías. No solo monopolios.