Una de las premisas básicas a la hora de conseguir un seguro de coche es si lo queremos a terceros o a todo riesgo. No obstante, debemos elegir uno u otro dependiendo del perfil que tengamos y las características de nuestro vehículo. Hoy, vamos a definir uno de ellos: el seguro a terceros.
Por tanto, un seguro a terceros suele ser una modalidad de un seguro de coche que se diferencia de otra modalidad por la cobertura y por el precio de la prima. En este caso, el seguro a terceros suele ser más simple y asequible que la otra opción (el seguro a todo riesgo).
El seguro a terceros es ideal si no queremos pagar mucho para cubrirnos de un riesgo, pero cumpliendo con las necesidades básicas y pagando más por los servicios extras que necesitamos cubrir. Un conductor podrá tener más necesidades cubiertas pagando más por ellas si fuese necesario.
¿Qué cubre un seguro a terceros?
Por ley, un seguro a terceros debe cubrir la Responsabilidad Civil del conductor que detallaremos a continuación. No obstante, sabemos que este seguro es muy sencillo y básico, por lo que existe la opción en la que los usuarios pueden sumar servicios adicionales y especiales siempre lo haya expresado en el contrato a la hora de su firma. En definitiva:
- Qué protege. Protege al conductor si llega a tener un accidente, cubriendo daños personales y materiales de los causados en el siniestro.
- A qué personas protege. Protege a las personas que estaban en el vehículo a la hora de producirse el accidente: a los acompañantes del conductor del siniestro, a los coches (si hubiese sido un choque), a los ocupantes del otro coche y otros daños materiales.
- Qué no está incluido en la protección. No está incluido dentro del seguro tanto el conductor del vehículo que lo contrato como tampoco su propio coche.