Una definición de importación son el conjunto de bienes y servicios adquiridos por un país en otro territorio para su uso en territorio nacional. Este término, junto con las exportaciones, desempeña un papel esencial en la contabilidad de los estados.
Se trata de una operación comercial que se centra en la compra de artículos que hay en el extranjero y que no son accesibles en el territorio propio por su ausencia o porque haya unos precios demasiado elevados en comparación con los que existen en otros países.
El concepto de importación facilita la incorporación a un mercado de aquellos elementos que no pueden producirse en ese lugar o que por precio resultan inaccesibles.
Importaciones y exportaciones
El término opuesto a las importaciones son las exportaciones, en donde se efectúa la operación contraria. Es decir, un país vende a otro territorio internacional bienes o servicios con el objetivo de satisfacer unas necesidades que no tienen en el propio estado. Estos dos conceptos sirven para evaluar la situación económica de un país.
Tanto las importaciones como las exportaciones aparecen reflejadas en la balanza comercial, que se ocupa de medir la diferencia en valor económico entre ambos términos. Un país siempre presentará un mejor estado cuando las importaciones sean inferiores a las exportaciones. Esto implica que los demás han dejado más dinero en nuestro país de lo que hemos dejado nosotros. Con el efecto contrario (más exportaciones que importaciones) habrá un déficit en la balanza comercial.
Las importaciones, por lo general, están sujetas a una serie de restricciones económicas y reguladas por parte de los países. Para facilitar este proceso suelen alcanzar los territorios una serie de acuerdos comerciales como los que mantiene por ejemplo la Unión Europea, en donde hay una mayor agilidad y menos controles ante la falta de aduanas. De hecho entre estos estados no resulta posible hacer mediciones de importaciones, salvo a través de encuestas.