La expresión cepo cambiario se utiliza para designar la restricción al consumo de la divisa de otro país. El principal motivo para aplicar un cepo cambiario es el temor a que la divisa local se devalúe ante una excesiva demanda de una divisa extranjera.
Al aplicar un cepo cambiario se aplican en realidad una serie de medidas, encaminadas todas ellas a reducir el consumo de divisa extranjera en el país, evitar la salida de capitales, la devaluación de la moneda local y la inflación, aunque la aplicación de un cepo cambiario suele dar como resultado la aparición de un mercado negro en el que se intercambia la moneda objeto del cepo de manera no oficial.
Origen del cepo cambiario
El cepo cambiario nace en Argentina en el año 2011, bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, momento en el que se aplica un cepo cambiario al dólar. Como medida principal se introdujo una drástica reducción al intercambio de divisas con el fin de intentar evitar la incesante fuga de capitales que sufría el país.
Desde ese momento los argentinos que querían adquirir dólares tenían que pedir autorización a la Administración Federal de Ingresos Públicos o AFIP, organismo responsable de la aplicación del cepo cambiario.
La aplicación del cepo cambiario no sirvió para su cometido y además provocó un gran aumento de la inflación, aunque sin duda lo más llamativo fue la aparición de un tipo de cambio paralelo: el denominado Dólar Blue, una tasa de cambio no oficial utilizada en el mercado negro en la que las cotizaciones del dólar llegaban a doblar los valores oficiales.
El cepo cambiario y las limitaciones al cambio de divisas en dólares se aplicó en Argentina hasta el año 2015, año en que el presidente Mauricio Macri lo eliminó, cumpliendo una de las promesas de su programa electoral.