Teniendo en cuenta que la deuda es un compromiso de pago obligatorio entre dos entidades (que puede ser la Administración Pública o una persona física o jurídica) el objetivo de deuda es un tipo de financiación que consiste en pedir dinero prestado a través de la emisión de una serie de títulos financieros en forma de deuda. Es decir, «colocar» la deuda entre los diferentes inversores ofreciendo una rentabilidad determinada por la posesión de dichos títulos.

Los inversores podrán adquirir deuda pública (deudas que mantiene la Administración Pública con inversores nacionales o internacionales) o deuda privada (deudas que mantienen las personas físicas o jurídicas que no pertenecen al Estado) a través de un intermediario financiero.

¿Cuál es la finalidad del objetivo de deuda?

Con independencia de que se adquiera deuda pública o privada, lo que parece claro es que cualquier entidad financiera que decida colocar este tipo de deuda lo que realmente busca es financiarse para hacer frente a sus pagos y a los proyectos de inversión que tenga en el futuro.

Si estamos ante una entidad financiera de índole pública, su objetivo será salvaguardar el sistema de bienestar social; es decir, pagar por los bienes y servicios de ciertos proveedores con el fin de mejorar los servicios públicos de los ciudadanos de un Estado. En cuanto se aprueban los objetivos de deuda y los objetivos de estabilidad presupuestaria, el Ministerio de Hacienda y Función Pública se encarga de formular los objetivos de deuda pública y los objetivos de estabilidad presupuestaria individuales para cada una de las Comunidades Autónomas.

Si por el contrario estamos hablando de una persona física o jurídica de carácter privado, el propósito principal de su objetivo de deuda será hacer frente a los compromisos de pago más inmediatos, así como realizar las inversiones necesarias para seguir creciendo en el futuro.