Se utiliza el término mercado emergente, para hacer referencia a países en los que existe un proceso de apertura económica, una transición con importantes reformas y una baja renta per cápita. La razón es que, aunque la economía está mejorando, debido a la la apertura y a la reformas, se trata de países con una gran población. Precisamente la disparidad que suele existir entre el crecimiento del mercado y la forma en que afecta a la población, puede constituir un escollo en el proceso de crecimiento. Este tipo de economías representan aproximadamente la quinta parte de las economías del mundo.

Características de los mercados emergentes

Si bien, precisamente debido a lo anterior, dentro de esta categoría pueden observarse grandes países, como puede ser China, u otros muy pequeños. En el mismo sentido, aunque en todos los casos se está en un periodo de modificaciones, la etapa en que se encuentra cada economía puede ser diferente. Es característico de países que proceden de una economía cerrada o con poca apertura al exterior, sin embargo, se encuentran en un proceso de reforma económica, que puede abarcar diversos niveles, y que, en algún momento, afecta también la moneda.

La razón es que existen inversores con interés en los mercados emergentes. Sin embargo, precisamente por su periodo transitorio, son mercados que representan riesgos. Por ello, si las autoridades del país correspondiente desean beneficiarse de las inversiones extranjeras, en algún momento reforman su sistema monetario, al objeto de dar seguridad y estabilidad a su moneda, y no acudir tanto, a las variaciones del tipo de cambio. Por otro lado, en este tipo de mercados, también aumenta la inversión interna.

Como consecuencia de lo anterior, el país experimenta un incremento en el empleo, una mayor disponibilidad y transferencia de tecnología, y, ulteriormente, un incremento del Producto Interior Bruto, y, como consecuencia, también de la Renta per cápita.