¿Sabías que el superávit es una situación que resulta muy positiva para la situación económica y financiera de un país? En efecto, cuando hablamos de superávit nos estamos refiriendo al fenómeno que se produce cuando los ingresos son mayores que los gastos. Encontramos diferentes tipologías de superávit, entre las que destaca el superávit exterior y, en concreto, el superávit comercial. ¿Quieres saber qué significa este concepto y qué papel juega en la balanza comercial de una entidad privada o institución pública? Entonces no dudes en seguir leyendo.
¿Para qué sirve el superávit comercial?
El superávit comercial o balanza comercial positiva marca la diferencia positiva entre las exportaciones (lo que un país vende al exterior) y las importaciones (lo que ese mismo país compra a otras naciones). En otras palabras: cuando el número de exportaciones es mayor al de las importaciones, cuando un país vende más que compra.
Como ya te habrás imaginado, el superávit comercial (que es precisamente lo contrario que el déficit comercial) es un indicador muy positivo para el comercio exterior, ya que refleja la bonanza económica y financiera del país en cuestión.
Ventajas del superávit comercial
¿Por qué todos los países se esfuerzan por conseguir un superávit comercial en sus exportaciones? Por los siguientes motivos:
- Los países con excedentes comerciales se encuentran en una posición de ventaja competitiva respecto al resto, además de otorgarle una influencia política y económica nada desdeñable.
- El país que posea una balanza comercial positiva tiene más posibilidades de incentivar y desarrollar su economía.
- Gracias a las reservas de excedentes se puede invertir o comprar bonos en otros países.
- Los excedentes comerciales pueden emplearse para invertir en maquinaria y cadenas de producción, de manera que se logre mantener este estado de superávit a lo largo del tiempo.