Un oligopsonio es un mercado de algún producto o servicio en el que el poder lo tienen los demandantes o compradores del mismo. Se puede decir que es el término opuesto a monopolio, pues en vez de ser los oferentes el que tiene el poder, lo tienen los compradores.
Esto se debe a que en un oligopsonio, son pocos los demandantes que existen pero sí hay muchos oferentes, por lo que el control que se ejerce sobre los precios y las condiciones de compra del mercado recae más sobre el comprador que sobre el vendedor. En el caso extremo en el que exista un solo demandante y muchos oferentes nos encontraríamos con un llamado monopsonio.
Los ejemplos más comunes del oligopsonio están en sector de la alimentación, mediante las cuales los distribuidores ejercen poder sobre los productores (ya que existen muchos oferentes sobre el mismo producto). En este caso, las empresas distribuidoras (supermercados) deberán elegir entre los diferentes oferentes (por ejemplo, fabricantes de cola) cuáles son los que ofrecen los mejores precios y las mejores condiciones de compra.
Características del Oligopsonio
En cuanto a las características más destacadas de un oligopsonio, tenemos:
- Se trata de un mercado que actúa como competencia imperfecta, ya que los compradores ejercen poder sobre algunas de las condiciones que se rigen en el mercado (en este caso sobre la de los oferentes).
- Los productos son homogéneos, sino no tendría sentido que existiera tanta competencia
- Puesto que existen más demandantes, estas empresas harán lo posible para que ganen más que los fabricantes (oferentes), asegurándose un beneficio superior.
- Las empresas del mercado son interdependientes, ya que las políticas o las acciones que lleva a una afecta a las demás.