Las siglas OKR hacen referencia a Objectives and Key Results (Objetivos y Resultados Clave) y se puede indicar que es una metodología de trabajo interno en la que se fijan objetivos y resultados clave. A través de ésto, los empleados se pueden organizar el trabajo que una empresa puede llegar a tener, llegándose a definir grupos de trabajo y realizar un seguimiento del proceso por cada actividad y empleado.

El principal objetivo de los OKR es el alineamiento del trabajo en la organización y conseguir los objetivos que se han establecido (que concuerdan con los empresariales).

Entre las principales ventajas que supone instalar un sistema OKR en la empresa, encontramos:

  • Compromiso en la empresa
  • Indicadores que nos permitan medir el progreso
  • Informar de aquellos aspectos importantes
  • Comunicación precisa y alineamiento del equipo

El método OKR en una empresa

Si se quiere instaurar el método OKR en una empresa, debemos tener en cuenta que depende de dos elementos: los objetivos y los resultados clave.

Las dos preguntas que se suelen hacer las grandes empresas para establecer ambos son:

  • «¿Hacia dónde tenemos que ir?». Que la contestaremos marcando objetivos.
  • «¿Cómo vamos a saber que hemos llegado?». Que la contestaremos alcanzando resultados clave.

Objetivos

Primero, deberemos marcar los objetivos OKR, puedes conocer algunos ejemplos aquí, para tener un claro camino al que dirigirnos. Objetivos ambiciosos y aspiracionales están bien, aunque no excederse por carga de trabajo.

Resultados clave

Segundo, deberemos definir unos resultados por cada objetivo (entre 3 y 5). Los resultados deben hacer que el objetivo permita ser medible, alcanzable y limitado en el tiempo.

Método de puntuación

Por último, deberemos establecer el método de puntuación y revisión de objetivos, en el que observemos el progreso logrado. Puede ser cada mes, trimestral o anual (o una combinación).

Para ver si se han logrado los objetivos, deberemos de usar el método de puntuación de los OKR: el empleado deberá medir sus resultados en una escala de 0 a 1.

Si la media está entre 0’7 y 0’8, el objetivo está bien. Una media de 1 puede indicarnos que el objetivo no ha sido muy ambicioso, y por debajo de 0’4 deberemos revisar los objetivos y la forma en la que se alcanza para mejorarse.

La información debe ser pública: ver en qué fallamos, cómo van nuestros compañeros y saber si caminamos en el mismo sentido. Una manera muy fácil y simple de obtener resultados óptimos en la empresa.