El Ratio de Sharpe es un ratio que mide la rentabilidad que hay en exceso media (diferencia entre la rentabilidad de una determinada cartera y la de un activo libre de riesgos), por unidad de riesgo total que puede soportar una cartera.

Este medidor nos puede indicar la calidad de un fondo de inversión, ya que los compara con otros que son de su mismas condiciones. No obstante, como siempre solemos decir es importante que comparemos con otros indicadores.

La rentabilidad no es el único factor que se tendría que tener en cuenta para medir la calidad de un fondo. El riesgo que hay entre los activos de diferentes sectores también es un aspecto fundamental a tener en cuenta. Por tanto, el ratio de Sharpe mide la relación existente los dos factores: riesgo y rentabilidad.

¿Cómo calcular el Ratio de Sharpe?

Para poder calcular este ratio, tenemos que tener en cuenta la rentabilidad marginal del fondo en un plazo (diferencia entre rentabilidad del fondo y la inversión sin riesgo, como letras del Tesoro) y dividirlo entre la volatilidad del plazo que se haya fijado para dicha rentabilidad.

No obstante, lo interesante es saber qué es lo que nos dicen los datos y saber interpretarlos.

¿Cómo interpretar los datos?

Interpretar los datos que nos arroja el ratio de Sharpe lo podemos dividir o resumir en los siguientes puntos:

  1. Si el ratio es alto, la inversión será atractiva, ya que el riesgo es mayor y se compensa con la volatilidad.
  2. Si el ratio es negativo, rendimiento inferior al de la rentabilidad sin riesgo.
  3. Si el ratio es inferior a 1, el rendimiento del activo es inferior al riesgo del mismo.